jueves, 26 de septiembre de 2024

EL TEMA DE HOY: 💥REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE💥

 Filipenses 4

Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.

3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!

5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

💥EL MENSAJE QUE NOS DA💥

El mensaje en Filipenses 4:1-7 es profundamente alentador y lleno de sabiduría espiritual. Desglosado, podemos extraer varios puntos claves:

  1. Firmeza en el Señor (v. 1): Pablo comienza exhortando a los creyentes a mantenerse firmes en el Señor. Esto implica una vida estable y arraigada en la fe, a pesar de las dificultades o desafíos que puedan enfrentar.

  2. Unidad en Cristo (v. 2-3): Pablo apela a la unidad entre los creyentes, específicamente entre Evodia y Síntique, quienes parecen estar en desacuerdo. Les insta a reconciliarse y estar de un mismo sentir en el Señor. Además, invita a otros miembros de la comunidad a colaborar y ayudar en el proceso de unidad. La idea de trabajar juntos en el evangelio es crucial.

  3. Alegría en el Señor (v. 4): Pablo enfatiza la importancia de regocijarse en el Señor, no solo una vez, sino "siempre". Esto nos recuerda que la alegría cristiana no depende de las circunstancias externas, sino de nuestra relación con Dios.

  4. Gentileza y amabilidad (v. 5): Se nos llama a ser conocidos por nuestra gentileza, lo que implica amabilidad, mansedumbre y consideración hacia los demás. Esto es particularmente relevante porque "el Señor está cerca", lo que sugiere que debemos vivir siempre conscientes de la proximidad de Dios.

  5. Confianza en Dios (v. 6-7): Aquí Pablo nos da una instrucción poderosa: no debemos estar ansiosos o preocupados, sino que debemos presentar nuestras necesidades a Dios en oración con un corazón agradecido. Esto significa que, en lugar de preocuparnos, debemos confiar en Dios y depender de Él en todo momento.

    Como resultado de esta confianza, la paz de Dios, que es superior a nuestra capacidad de comprender, guardará nuestros corazones y mentes. Esta paz actúa como una protección espiritual en nuestras vidas, manteniéndonos centrados en Cristo Jesús.

Reflexión

Este pasaje es un llamado a la unidad, a la alegría constante en el Señor, a la amabilidad en nuestras relaciones y a confiar en Dios en cada circunstancia. Nos recuerda que la paz de Dios es mayor que cualquier ansiedad o preocupación que podamos tener y que nuestras vidas deben reflejar confianza y dependencia en Él.


 💥OREMOS💥👇

Señor Jesús, mi Dios y Padre, Padre eterno y Padre amado, gracias te damos en esta hora, Dios, por este nuevo día, por la oportunidad de iniciar nuestras actividades. Señor, mi Dios, en esta hora te pedimos, Señor Jesús, que seas perdonando nuestras rebeliones, nuestras iniquidades, nuestras concupiscencias. En el nombre de Cristo Jesús, líbranos de todo espíritu de perturbación, de todo espíritu de maldad, de todo espíritu de enfermedad, de todo espíritu de tribulación, de todo espíritu de angustia, de todo espíritu de enojo, de todo espíritu de ira, de todo espíritu de contienda. En el nombre poderoso de Cristo Jesús, somos libres de toda atadura, de todo yugo de Satanás. ¡Gloria a Dios, aleluya! En esta oración, mi Dios, damos gracias porque tú eres bueno, eres fiel, grande eres, Dios. Alabado sea tu santo nombre. Guarda nuestras vidas, pon ángeles y arcángeles que acampen a nuestro alrededor. Líbranos de todas acechanzas, oh mi Dios. Danos la fortaleza como un búfalo, Señor. Mi Jesús, ayúdanos a ser oidores y hacedores de tu palabra. En el nombre poderoso de Cristo Jesús, damos gracias, oh Dios, creyendo, confiando, no dudando de tu poder, de tu amor, de tu gracia y de tu misericordia. Bendito seas, Señor, mi Dios. Bendice nuestras vidas donde quiera que estemos. Que tu Santo Espíritu esté con nosotros; no nos sueltes de tu mano poderosa, Señor, mi Dios. ¡Gloria, gloria a Dios, aleluya! Santo, santo eres, Padre eterno y Padre amado. Bendice a tu pueblo de Israel, oh Dios, porque gracias a ellos ya no somos más extranjeros, sino que ahora somos conciudadanos junto con ellos. Bendice, oh Dios, a los líderes espirituales, Padre, aquellos que te aman con justicia y en verdad. ¡Gloria a Dios, aleluya! Bendice también, oh Padre, a los gobernantes, mi Dios, que gobiernen con justicia, con amor y verdad. Bendice a los que están enfermos en los hospitales, que tu mano poderosa sea sanándolos, sea levantándolos, sea restaurándolos. ¡Gloria a Dios, aleluya! Bendice a los que están presos; trae libertad, Padre. Perdona lo que hayan hecho, oh mi Dios, alcánzalos con el poder de tu palabra. ¡Gloria a Dios, aleluya! Sé con ellos, oh Dios, y gracias por esa cobertura tan grande que nos das cada día a los que creemos en tu nombre, Padre, en ese nombre que es sobre todo nombre, y no hay otro nombre dado a los hombres en el cual podemos ser salvos: Cristo Jesús es tu nombre, y tú eres Dios y Padre, y muy pronto vendrás con poder y gloria para juzgar a todas las naciones. ¡Oh Señor, mi Dios! Ven, Señor Jesús, ven, Señor Jesús, y ayúdanos a estar con nuestra lámpara encendida. En el nombre poderoso de Cristo Jesús, damos gracias . Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario