jueves, 16 de agosto de 2012

Hola que tal buenos días, le informo a usted que ya puede dejar su comentario si lo desea

Bendiciones para usted y su familia

Pedro

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 16 DE AGOSTO


Juan Capítulo 02

2:1 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2:2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
2:3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
2:4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
2:5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
2:6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
2:7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
2:8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
2:9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
2:10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
2:11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
2:13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
2:14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
2:15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
2:16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 
2:17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
2:18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?
2:19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
2:20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
2:21 Mas él hablaba del templo de su cuerpo.
2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.
2:23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
2:24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos,
2:25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.


1ra. de Crónicas Capítulo 10

10:1 Los filisteos pelearon contra Israel; y huyeron delante de ellos los israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.
10:2 Y los filisteos siguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron los filisteos a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
10:3 Y arreciando la batalla contra Saúl, le alcanzaron los flecheros, y fue herido por los flecheros.
10:4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.
10:5 Cuando su escudero vio a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada y se mató.
10:6 Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
10:7 Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades y huyeron, y vinieron los filisteos y habitaron en ellas.
10:8 Sucedió al día siguiente, que al venir los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.
10:9 Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo.
10:10 Y pusieron sus armas en el templo de sus dioses, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.
10:11 Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los filisteos habían hecho de Saúl,
10:12 se levantaron todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, y los trajeron a Jabes; y enterraron sus huesos debajo de una encina en Jabes, y ayunaron siete días.
10:13 Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó,y porque consultó a una adivina,
10:14 y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.

1ra. de Crónicas Capítulo 11

11:1 Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.
11:2 También antes de ahora, mientras Saúl reinaba, tú eras quien sacaba a la guerra a Israel, y lo volvía a traer. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.
11:3 Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo con ellos pacto delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová por medio de Samuel.
11:4 Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es Jebús; y los jebuseos habitaban en aquella tierra.
11:5 Y los moradores de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sion, que es la ciudad de David.
11:6 Y David había dicho: El que primero derrote a los jebuseos será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe.
11:7 Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la Ciudad de David.
11:8 Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto de la ciudad.
11:9 Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos estaba con él.
11:10 Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová.
11:11 Y este es el número de los valientes que David tuvo: Jasobeam hijo de Hacmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató.
11:12 Tras de éste estaba Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, el cual era de los tres valientes.
11:13 Este estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos; y había allí una parcela de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos,
11:14 se pusieron ellos en medio de la parcela y la defendieron, y vencieron a los filisteos, porque Jehová los favoreció con una gran victoria.
11:15 Y tres de los treinta principales descendieron a la peña a David, a la cueva de Adulam, estando el campamento de los filisteos en el valle de Refaim.
11:16 David estaba entonces en la fortaleza, y había entonces guarnición de los filisteos en Belén.
11:17 David deseó entonces, y dijo: ¡Quién me diera de beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta!
11:18 Y aquellos tres rompieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que está a la puerta, y la tomaron y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, y dijo:
11:19 Guárdeme mi Dios de hacer esto. ¿Había yo de beber la sangre y la vida de estos varones, que con peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.
11:20 Y Abisai, hermano de Joab, era jefe de los treinta, el cual blandió su lanza contra trescientos y los mató, y ganó renombre con los tres.
11:21 Fue el más ilustre de los treinta, y fue el jefe de ellos, pero no igualó a los tres primeros.
11:22 Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón valiente de Cabseel, de grandes hechos; él venció a los dos leones de Moab; también descendió y mató a un león en medio de un foso, en tiempo de nieve.
11:23 El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura; y el egipcio traía una lanza como un rodillo de tejedor, mas él descendió con un báculo, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su misma lanza.
11:24 Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y fue nombrado con los tres valientes.
11:25 Y fue el más distinguido de los treinta, pero no igualó a los tres primeros. A éste puso David en su guardia personal.
11:26 Y los valientes de los ejércitos: Asael hermano de Joab, Elhanan hijo de Dodo de Belén,
11:27 Samot harodita, Heles pelonita;
11:28 Ira hijo de Iques tecoíta, Abiezer anatotita,
11:29 Sibecai husatita, Ilai ahohíta,
11:30 Maharai netofatita, Heled hijo de Baana netofatita,
11:31 Itai hijo de Ribai, de Gabaa de los hijos de Benjamín, Benaía piratonita,
11:32 Hurai del río Gaas, Abiel arbatita,
11:33 Azmavet barhumita, Eliaba saalbonita,
11:34 los hijos de Hasem gizonita, Jonatán hijo de Sage ararita,
11:35 Ahíam hijo de Sacar ararita, Elifal hijo de Ur,
11:36 Hefer mequeratita, Ahías pelonita,
11:37 Hezro carmelita, Naarai hijo de Ezbai,
11:38 Joel hermano de Natán, Mibhar hijo de Hagrai,
11:39 Selec amonita, Naharai beerotita, escudero de Joab hijo de Sarvia,
11:40 Ira itrita, Gareb itrita,
11:41 Urías heteo, Zabad hijo de Ahlai,
11:42 Adina hijo de Siza rubenita, príncipe de los rubenitas, y con él treinta,
11:43 Hanán hijo de Maaca, Josafat mitnita,
11:44 Uzías astarotita, Sama y Jehiel hijos de Hotam aroerita;
11:45 Jediael hijo de Simri, y Joha su hermano, tizita,
11:46 Eliel mahavita, Jerebai y Josavía hijos de Elnaam, Itma moabita,
11:47 Eliel, Obed, y Jaasiel mesobaíta.

Zacarías Capítulo 01

1:1 En el octavo mes del año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
1:2 Se enojó Jehová en gran manera contra vuestros padres.
1:3 Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.
1:4 No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice Jehová.
1:5 Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas, ¿han de vivir para siempre?
1:6 Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso volvieron ellos y dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros.
1:7 A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:
1:8 Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.
1:9 Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré lo que son éstos.
1:10 Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra.
1:11 Y ellos hablaron a aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.
1:12 Respondió el ángel de Jehová y dijo: Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años?
1:13 Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consoladoras, al ángel que hablaba conmigo.
1:14 Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Celé con gran celo a Jerusalén y a Sion.
1:15 Y estoy muy airado contra las naciones que están reposadas; porque cuando yo estaba enojado un poco, ellos agravaron el mal.
1:16 Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalén.
1:17 Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Jehová a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.
1:18 Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.
1:19 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.
1:20 Me mostró luego Jehová cuatro carpinteros.
1:21 Y yo dije: ¿Qué vienen éstos a hacer? Y me respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza; mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para dispersarla.

Sintamos miedo a la muerte:

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando... Sintamos miedo a la muerte: - Juan 11 - 1a Corintios 15:35-58 - 2ª Corintios 5:1-10 - ...