sábado, 29 de septiembre de 2012

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 29 DE SEPTIEMBRE

3 Jn, Esd 7-8, Sal 94

LECTURA PARA EL DIA 29 DE SEPTIEMBRE
3ra. de Juan Capítulo 01

1:1 El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.
1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
1:3 Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.
1:4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.
1:5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,
1:6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
1:7 Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles.
1:8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.
1:9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
1:10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia.
1:11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.
1:12 Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.
1:13 Yo tenía muchas cosas que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma,
1:14 porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara.
1:15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los amigos, a cada uno en particular.


Esdras Capítulo 07

7:1 Pasadas estas cosas, en el reinado de Artajerjes rey de Persia, Esdras hijo de Seraías, hijo de Azarías, hijo de Hilcías,
7:2 hijo de Salum, hijo de Sadoc, hijo de Ahitob,
7:3 hijo de Amarías, hijo de Azarías, hijo de Meraiot,
7:4 hijo de Zeraías, hijo de Uzi, hijo de Buqui,
7:5 hijo de Abisúa, hijo de Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, primer sacerdote,
7:6 este Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.
7:7 Y con él subieron a Jerusalén algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del templo, en el séptimo año del rey Artajerjes.
7:8 Y llegó a Jerusalén en el mes quinto del año séptimo del rey.
7:9 Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios.
7:10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
7:11 Esta es la copia de la carta que dio el rey Artajerjes al sacerdote Esdras, escriba versado en los mandamientos de Jehová y en sus estatutos a Israel:
7:12 Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz.
7:13 Por mí es dada orden que todo aquel en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, que quiera ir contigo a Jerusalén, vaya.
7:14 Porque de parte del rey y de sus siete consejeros eres enviado a visitar a Judea y a Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que está en tu mano;
7:15 y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén,
7:16 y toda la plata y el oro que halles en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que voluntariamente ofrecieren para la casa de su Dios, la cual está en Jerusalén.
7:17 Comprarás, pues, diligentemente con este dinero becerros, carneros y corderos, con sus ofrendas y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios, la cual está en Jerusalén.
7:18 Y lo que a ti y a tus hermanos os parezca hacer de la otra plata y oro, hacedlo conforme a la voluntad de vuestro Dios.
7:19 Los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los restituirás delante de Dios en Jerusalén.
7:20 Y todo lo que se requiere para la casa de tu Dios, que te sea necesario dar, lo darás de la casa de los tesoros del rey.
7:21 Y por mí, Artajerjes rey, es dada orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda prontamente,
7:22 hasta cien talentos de plata, cien coros de trigo, cien batos de vino, y cien batos de aceite; y sal sin medida.
7:23 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
7:24 Y a vosotros os hacemos saber que a todos los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo y ministros de la casa de Dios, ninguno podrá imponerles tributo, contribución ni renta.
7:25 Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y gobernadores que gobiernen a todo el pueblo que está al otro lado del río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y al que no las conoce, le enseñarás.
7:26 Y cualquiera que no cumpliere la ley de tu Dios, y la ley del rey, sea juzgado prontamente, sea a muerte, a destierro, a pena de multa, o prisión.
7:27 Bendito Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén,
7:28 e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo.


Esdras
Capítulo 08
8:1 Estos son los jefes de casas paternas, y la genealogía de aquellos que subieron conmigo de Babilonia, reinando el rey Artajerjes:
8:2 De los hijos de Finees, Gersón; de los hijos de Itamar, Daniel; de los hijos de David, Hatús.
8:3 De los hijos de Secanías y de los hijos de Paros, Zacarías, y con él, en la línea de varones, ciento cincuenta.
8:4 De los hijos de Pahat-moab, Elioenai hijo de Zeraías, y con él doscientos varones.
8:5 De los hijos de Secanías, el hijo de Jahaziel, y con él trescientos varones.
8:6 De los hijos de Adín, Ebed hijo de Jonatán, y con él cincuenta varones.
8:7 De los hijos de Elam, Jesaías hijo de Atalías, y con él setenta varones.
8:8 De los hijos de Sefatías, Zebadías hijo de Micael, y con él ochenta varones.
8:9 De los hijos de Joab, Obadías hijo de Jehiel, y con él doscientos dieciocho varones.
8:10 De los hijos de Selomit, el hijo de Josifías, y con él ciento sesenta varones.
8:11 De los hijos de Bebai, Zacarías hijo de Bebai, y con él veintiocho varones.
8:12 De los hijos de Azgad, Johanán hijo de Hacatán, y con él ciento diez varones;
8:13 De los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones.
8:14 Y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud, y con ellos sesenta varones.
8:15 Los reuní junto al río que viene a Ahava, y acampamos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes, no hallé allí de los hijos de Leví.
8:16 Entonces despaché a Eliezer, Ariel, Semaías, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, hombres principales, asimismo a Joiarib y a Elnatán, hombres doctos;
8:17 y los envié a Iddo, jefe en el lugar llamado Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo, y a sus hermanos los sirvientes del templo en el lugar llamado Casifia, para que nos trajesen ministros para la casa de nuestro Dios.
8:18 Y nos trajeron según la buena mano de nuestro Dios sobre nosotros, un varón entendido, de los hijos de Mahli hijo de Leví, hijo de Israel; a Serebías con sus hijos y sus hermanos, dieciocho;
8:19 a Hasabías, y con él a Jesaías de los hijos de Merari, a sus hermanos y a sus hijos, veinte;
8:20 y de los sirvientes del templo, a quienes David con los príncipes puso para el ministerio de los levitas, doscientos veinte sirvientes del templo, todos los cuales fueron designados por sus nombres.
8:21 Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.
8:22 Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan.
8:23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.
8:24 Aparté luego a doce de los principales de los sacerdotes, a Serebías y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos;
8:25 y les pesé la plata, el oro y los utensilios, ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey y sus consejeros y sus príncipes, y todo Israel allí presente.
8:26 Pesé, pues, en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y utensilios de plata por cien talentos, y cien talentos de oro;
8:27 además, veinte tazones de oro de mil dracmas, y dos vasos de bronce bruñido muy bueno, preciados como el oro.
8:28 Y les dije: Vosotros estáis consagrados a Jehová, y son santos los utensilios, y la plata y el oro, ofrenda voluntaria a Jehová Dios de nuestros padres.
8:29 Vigilad y guardadlos, hasta que los peséis delante de los príncipes de los sacerdotes y levitas, y de los jefes de las casas paternas de Israel en Jerusalén, en los aposentos de la casa de Jehová.
8:30 Los sacerdotes y los levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los utensilios, para traerlo a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.
8:31 Y partimos del río Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino.
8:32 Y llegamos a Jerusalén, y reposamos allí tres días.
8:33 Al cuarto día fue luego pesada la plata, el oro y los utensilios, en la casa de nuestro Dios, por mano del sacerdote Meremot hijo de Urías, y con él Eleazar hijo de Finees; y con ellos Jozabad hijo de Jesúa y Noadías hijo de Binúi, levitas.
8:34 Por cuenta y por peso se entregó todo, y se apuntó todo aquel peso en aquel tiempo.
8:35 Los hijos de la cautividad, los que habían venido del cautiverio, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, doce becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, y doce machos cabríos por expiación, todo en holocausto a Jehová.
8:36 Y entregaron los despachos del rey a sus sátrapas y capitanes del otro lado del río, los cuales ayudaron al pueblo y a la casa de Dios.


Salmos Capítulo 94
94:1 Jehová, Dios de las venganzas,
Dios de las venganzas, muéstrate.
94:2 Engrandécete, oh Juez de la tierra;
Da el pago a los soberbios.
94:3 ¿Hasta cuándo los impíos,
Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?
94:4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,
Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?
94:5 A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,
Y a tu heredad afligen.
94:6 A la viuda y al extranjero matan,
Y a los huérfanos quitan la vida.
94:7 Y dijeron: No verá JAH,
Ni entenderá el Dios de Jacob.
94:8 Entended, necios del pueblo;
Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?
94:9 El que hizo el oído, ¿no oirá?
El que formó el ojo, ¿no verá?
94:10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
94:11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,
Que son vanidad.
94:12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,
Y en tu ley lo instruyes,
94:13 Para hacerle descansar en los días de aflicción,
En tanto que para el impío se cava el hoyo.
94:14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo,
Ni desamparará su heredad,
94:15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia,
Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.
94:16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?
94:17 Si no me ayudara Jehová,
Pronto moraría mi alma en el silencio.
94:18 Cuando yo decía: Mi pie resbala,
Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.
94:19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,
Tus consolaciones alegraban mi alma.
94:20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades
Que hace agravio bajo forma de ley?
94:21 Se juntan contra la vida del justo,
Y condenan la sangre inocente.
94:22 Mas Jehová me ha sido por refugio,
Y mi Dios por roca de mi confianza.
94:23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,
Y los destruirá en su propia maldad;
Los destruirá Jehová nuestro Dios.

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 28 DE SEPTIEMBRE

Sintamos miedo a la muerte:

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando... Sintamos miedo a la muerte: - Juan 11 - 1a Corintios 15:35-58 - 2ª Corintios 5:1-10 - ...