LECTURA PARA EL DIA 17 DE ENERO
Lucas
Capítulo 13
13:18 Y
dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo
compararé?
13:19 Es semejante al grano de
mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol
grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé
el reino de Dios?
13:21 Es semejante a la
levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que
todo hubo fermentado.13:22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas,
enseñando, y encaminándose a Jerusalén.
13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son
pocos los que se salvan? Y él les dijo:
13:24 Esforzaos
a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y
no podrán.
13:25 Después que el padre de familia
se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la
puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde
sois.
13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante
de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.
13:27
Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de
mí todos vosotros, hacedores de maldad.
13:28 Allí
será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob
y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis
excluidos.
13:29 Porque vendrán del oriente y del
occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de
Dios.
13:30 Y he aquí hay postreros que serán
primeros, y primeros que serán postreros.13:31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y
vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
13:32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago
curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.
13:33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi
camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de
Jerusalén.
13:34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas
a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise
juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no
quisiste!
13:35 He aquí, vuestra casa os es
dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que
digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.
Génesis
Capítulo 24
24:1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años;
y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
24:2 Y dijo Abraham a un criado
suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía:
Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
24:3 y te juramentaré por Jehová, Dios
de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las
hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;
24:4 sino que irás a mi
tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
24:5 El criado
le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra.
¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
24:6 Y Abraham le
dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.
24:7 Jehová, Dios de los
cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me
habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su
ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.
24:8 Y si la
mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento;
solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
24:9 Entonces el criado puso su
mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este
negocio.
24:10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y
se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino,
llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
24:11 E hizo arrodillar los
camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la
hora en que salen las doncellas por agua.
24:12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de
mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz
misericordia con mi señor Abraham.
24:13 He aquí yo estoy junto a la fuente
de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.
24:14
Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para
que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos;
que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré
que habrás hecho misericordia con mi señor.
24:15 Y aconteció que antes que
él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca
mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su
hombro.
24:16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que
varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se
volvía.
24:17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me
des a beber un poco de agua de tu cántaro.
24:18 Ella respondió: Bebe, señor
mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a
beber.
24:19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus
camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.
24:20 Y se dio prisa, y
vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó
para todos sus camellos.
24:21 Y el hombre estaba maravillado de ella,
callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.
24:22 Y
cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que
pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,
24:23 y dijo: ¿De
quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde
posemos?
24:24 Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual
ella dio a luz a Nacor.
24:25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y
mucho forraje, y lugar para posar.
24:26 El hombre entonces se inclinó, y
adoró a Jehová,
24:27 y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham,
que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el
camino a casa de los hermanos de mi amo.
24:28 Y la doncella corrió, e hizo
saber en casa de su madre estas cosas.
24:29 Y Rebeca tenía un hermano que
se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.
24:30
Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que
decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los
camellos junto a la fuente.
24:31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por
qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.
24:32
Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y
forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él
venían.
24:33 Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta
que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
24:34 Entonces dijo: Yo soy
criado de Abraham.
24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha
engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas,
camellos y asnos.
24:36 Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un
hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.
24:37 Y mi amo me
hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los
cananeos, en cuya tierra habito;
24:38 sino que irás a la casa de mi padre y
a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.
24:39 Y yo dije: Quizás la
mujer no querrá seguirme.
24:40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya
presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás
para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
24:41 Entonces
serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la
dieren, serás libre de mi juramento.
24:42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y
dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el
cual ando,
24:43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que
la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un
poco de agua de tu cántaro,
24:44 y ella me respondiere: Bebe tú, y también
para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo
de mi señor.
24:45 Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí
Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y
sacó agua; y le dije: te ruego que me des de beber.
24:46 Y bajó prontamente
su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de
beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos.
24:47 Entonces le
pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de
Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y
brazaletes en sus brazos;
24:48 y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a
Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para
tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.
24:49 Ahora, pues, si
vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no,
declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.
24:50 Entonces Labán y
Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte
malo ni bueno.
24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer
del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
24:52 Cuando el criado de
Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová.
24:53 Y sacó el
criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también
dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
24:54 Y comieron y bebieron
él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo:
Enviadme a mi señor.
24:55 Entonces respondieron su hermano y su madre:
Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.
24:56 Y
él les dijo: No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme
para que me vaya a mi señor.
24:57 Ellos respondieron entonces: Llamemos a
la doncella y preguntémosle.
24:58 Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás
tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.
24:59 Entonces dejaron ir a
Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus
hombres.
24:60 Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé
madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus
enemigos.
24:61 Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en
los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se
fue.
24:62 Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba
en el Neguev.
24:63 Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la
tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.
24:64
Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;
24:65
porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo
hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces
tomó el velo, y se cubrió.
24:66 Entonces el criado contó a Isaac todo lo
que había hecho.
24:67 Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó
a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su
madre.
Salmos
Capítulo 17
17:1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está
atento a mi clamor.
Escucha mi oración hecha de labios sin
engaño.
17:2 De tu presencia proceda mi vindicación;
Vean
tus ojos la rectitud.
17:3 Tú has probado mi corazón, me has visitado
de noche;
Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;
He
resuelto que mi boca no haga transgresión.
17:4 En cuanto a las obras
humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas
de los violentos.
17:5 Sustenta mis pasos en tus
caminos,
Para que mis pies no resbalen.
17:6 Yo te he
invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina a mí tu oído,
escucha mi palabra.
17:7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú
que salvas a los que se refugian a tu diestra,
De los que se levantan
contra ellos.
17:8 Guárdame como a la niña de tus
ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
17:9 De la vista
de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que buscan mi
vida.
17:10 Envueltos están con su grosura;
Con su boca
hablan arrogantemente.
17:11 Han cercado ahora nuestros
pasos;
Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
17:12
Son como león que desea hacer presa,
Y como leoncillo que está en
su escondite.
17:13 Levántate, oh Jehová;
Sal a su
encuentro, póstrales;
Libra mi alma de los malos con tu
espada,
17:14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,
De los
hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,
Y cuyo vientre
está lleno de tu tesoro.
Sacian a sus hijos,
Y aun sobra
para sus pequeñuelos.
17:15 En cuanto a mí, veré tu rostro en
justicia;
Estaré satisfecho cuando despierte a tu
semejanza.
NOTA: SI USTED DESEA RECIBIR EN SU CORREO LAS AUDIO LECTURAS REGISTRESE EN EL SIGUIENTE ENLACE http://www.ivoox.com/s_p2_44668_1.html
jueves, 17 de enero de 2013
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