Exégesis de Isaías 50:1-11, versículo por versículo
Este capítulo de Isaías es un diálogo entre Dios, el siervo sufriente (una profecía mesiánica sobre Cristo) y el pueblo de Israel. En él, Dios acusa a Israel de su rebelión, reafirma su poder, y luego el Siervo de Jehová habla de su obediencia y sufrimiento.
Versículos 1-3: El juicio de Dios sobre Israel
Versículo 1
"Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre."
- Dios utiliza la metáfora del divorcio para mostrar que Israel no ha sido abandonado sin razón. En la ley mosaica (Deuteronomio 24:1-4), el esposo podía dar una carta de repudio a su esposa, pero aquí Dios desafía a Israel a que presenten pruebas de que Él los ha rechazado injustamente.
- "¿A quiénes os he vendido?" es una referencia a la esclavitud. Dios no vendió a Israel a ningún acreedor; ellos mismos se vendieron al pecado, y su exilio es consecuencia de su rebelión.
Versículo 2
"¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; convierto los ríos en desierto; sus peces se pudren por falta de agua, y mueren de sed."
- Dios ha llamado a su pueblo muchas veces (por medio de profetas), pero no han respondido.
- Se resalta su poder: Él puede redimirlos, pero ellos han rechazado su ayuda.
- El lenguaje sobre secar el mar y los ríos recuerda el poder de Dios en la historia de Israel (como en el éxodo, Éxodo 14:21-22).
Versículo 3
"Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta."
- Esta es una imagen de juicio. Dios es capaz de cambiar la naturaleza misma como una señal de su poder.
- "Cilicio" es una tela áspera usada para el luto y el arrepentimiento. Esto indica que Dios puede traer tinieblas y angustia sobre la tierra.
Versículos 4-9: El Siervo obediente de Jehová
Aquí habla el Siervo del Señor, que en el contexto mesiánico se refiere a Cristo.
Versículo 4
"Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios."
- Este versículo describe la misión del Siervo de Jehová: traer consuelo y enseñanza al pueblo.
- "Despertará mi oído" indica una disposición a aprender y obedecer. Jesús mismo dijo: "Lo que he oído de Él, esto hablo" (Juan 8:26).
Versículo 5
"Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás."
- El Siervo de Jehová escucha y obedece fielmente a Dios.
- En el contexto mesiánico, Jesús cumple esta profecía en su total obediencia a la voluntad del Padre (Juan 6:38).
Versículo 6
"Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos."
- Profecía directa del sufrimiento de Cristo. Jesús fue golpeado, escupido y humillado durante su pasión (Mateo 26:67, 27:30).
- "Mesaban la barba" indica humillación y desprecio.
Versículo 7
"Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado."
- A pesar del sufrimiento, el Siervo no retrocede porque confía en Dios.
- "Puse mi rostro como un pedernal" indica firmeza y determinación (Lucas 9:51, cuando Jesús decide ir a Jerusalén a enfrentar la cruz).
Versículo 8
"Cercano está de mí el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí."
- Dios es el defensor del Si