viernes, 21 de junio de 2013

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 30 DE MARZO

Mt 24.1-31,Nm 25-27, Cnt 6.4-8.4

LECTURA PARA EL DIA 30 DE MARZO

Mateo
Capítulo 24
24:1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. 
24:2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, 
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 
24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
24:8 Y todo esto será principio de dolores. 
24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 
24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 
24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 
24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. 
24:15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 
24:16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 
24:17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 
24:18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
24:19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 
24:20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; 
24:21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 
24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 
24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 
24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 
24:25 Ya os lo he dicho antes. 
24:26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 
24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
24:28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 
24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 
24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 



Números
Capítulo 25
25:1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
25:2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.
25:4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.
25:5 Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.
25:6 Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.
25:7 Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano;
25:8 y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los traspasó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
25:9 Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil.
25:10 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
25:11 Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel.
25:12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
25:13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.
25:14 Y el nombre del varón que fue muerto con la madianita era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
25:15 Y el nombre de la mujer madianita muerta era Cozbi hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
25:16 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
25:17 Hostigad a los madianitas, y heridlos,
25:18 por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante a Cozbi hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.

Números
Capítulo 26
26:1 Aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
26:2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que pueden salir a la guerra en Israel.
26:3 Y Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó, diciendo:
26:4 Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó Jehová a Moisés y a los hijos de Israel que habían salido de tierra de Egipto.
26:5 Rubén, primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas;
26:6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas.
26:7 Estas son las familias de los rubenitas; y fueron contados de ellas cuarenta y tres mil setecientos treinta.
26:8 Los hijos de Falú: Eliab.
26:9 Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando se rebelaron contra Jehová;
26:10 y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento.
26:11 Mas los hijos de Coré no murieron.
26:12 Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas;
26:13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas.
26:14 Estas son las familias de los simeonitas, veintidós mil doscientos.
26:15 Los hijos de Gad por sus familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas;
26:16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas;
26:17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas.
26:18 Estas son las familias de Gad; y fueron contados de ellas cuarenta mil quinientos.
26:19 Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
26:20 Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas.
26:21 Y fueron los hijos de Fares: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas.
26:22 Estas son las familias de Judá, y fueron contados de ellas setenta y seis mil quinientos.
26:23 Los hijos de Isacar por sus familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas;
26:24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas.
26:25 Estas son las familias de Isacar, y fueron contados de ellas sesenta y cuatro mil trescientos.
26:26 Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas.
26:27 Estas son las familias de los zabulonitas, y fueron contados de ellas sesenta mil quinientos.
26:28 Los hijos de José por sus familias: Manasés y Efraín.
26:29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas.
26:30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas;
26:31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas;
26:32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas.
26:33 Y Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas; y los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.
26:34 Estas son las familias de Manasés; y fueron contados de ellas cincuenta y dos mil setecientos.
26:35 Estos son los hijos de Efraín por sus familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas.
26:36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas.
26:37 Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron contados de ellas treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
26:38 Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas;
26:39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas.
26:40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas.
26:41 Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y fueron contados de ellos cuarenta y cinco mil seiscientos.
26:42 Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
26:43 De las familias de los suhamitas fueron contados sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
26:44 Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas.
26:45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas.
26:46 Y el nombre de la hija de Aser fue Sera.
26:47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron contados de ellas cincuenta y tres mil cuatrocientos.
26:48 Los hijos de Neftalí, por sus familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas;
26:49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas.
26:50 Estas son las familias de Neftalí por sus familias; y fueron contados de ellas cuarenta y cinco mil cuatrocientos.
26:51 Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos un mil setecientos treinta.
26:52 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
26:53 A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
26:54 A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados.
26:55 Pero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
26:56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
26:57 Los contados de los levitas por sus familias son estos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas.
26:58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Y Coat engendró a Amram.
26:59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto; ésta dio a luz de Amram a Aarón y a Moisés, y a María su hermana.
26:60 Y a Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
26:61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.
26:62 De los levitas fueron contados veintitrés mil, todos varones de un mes arriba; porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
26:63 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó.
26:64 Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
26:65 Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun.


Números
Capítulo 27
27:1 Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa;
27:2 y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron:
27:3 Nuestro padre murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo hijos.
27:4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
27:5 Y Moisés llevó su causa delante de Jehová.
27:6 Y Jehová respondió a Moisés, diciendo:
27:7 Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.
27:8 Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia a su hija.
27:9 Si no tuviere hija, daréis su herencia a sus hermanos;
27:10 y si no tuviere hermanos, daréis su herencia a los hermanos de su padre.
27:11 Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su linaje, y de éste será; y para los hijos de Israel esto será por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.
27:12 Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel.
27:13 Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón.
27:14 Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
27:15 Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo:
27:16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación,
27:17 que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor.
27:18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
27:19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos.
27:20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca.
27:21 El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.
27:22 Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación;
27:23 y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés.

El Cantar de los Cantares
Capítulo 06

6:4 Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; 
De desear, como Jerusalén; 
Imponente como ejércitos en orden. 
6:5 Aparta tus ojos de delante de mí, 
Porque ellos me vencieron. 
Tu cabello es como manada de cabras 
Que se recuestan en las laderas de Galaad. 
6:6 Tus dientes, como manadas de ovejas que suben del lavadero, 
Todas con crías gemelas, 
Y estéril no hay entre ellas. 
6:7 Como cachos de granada son tus mejillas 
Detrás de tu velo. 
6:8 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, 
Y las doncellas sin número; 
6:9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; 
Es la única de su madre, 
La escogida de la que la dio a luz. 
La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; 
Las reinas y las concubinas, y la alabaron. 
6:10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, 
Hermosa como la luna, 
Esclarecida como el sol, 
Imponente como ejércitos en orden? 
6:11 Al huerto de los nogales descendí 
A ver los frutos del valle, 
Y para ver si brotaban las vides, 
Si florecían los granados. 
6:12 Antes que lo supiera, mi alma me puso 
Entre los carros de Aminadab. 
6:13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; 
Vuélvete, vuélvete, y te miraremos. 
¿Qué veréis en la sulamita? 
Algo como la reunión de dos campamentos.



El Cantar de los Cantares
Capítulo 07
7:1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, 
Oh hija de príncipe! 
Los contornos de tus muslos son como joyas, 
Obra de mano de excelente maestro. 
7:2 Tu ombligo como una taza redonda 
Que no le falta bebida. 
Tu vientre como montón de trigo 
Cercado de lirios. 
7:3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela. 
7:4 Tu cuello, como torre de marfil; 
Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; 
Tu nariz, como la torre del Líbano, 
Que mira hacia Damasco. 
7:5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; 
Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey 
Suspendida en los corredores.
7:6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, 
Oh amor deleitoso! 
7:7 Tu estatura es semejante a la palmera, 
Y tus pechos a los racimos. 
7:8 Yo dije: Subiré a la palmera, 
Asiré sus ramas. 
Deja que tus pechos sean como racimos de vid, 
Y el olor de tu boca como de manzanas, 
7:9 Y tu paladar como el buen vino, 
Que se entra a mi amado suavemente, 
Y hace hablar los labios de los viejos. 
7:10 Yo soy de mi amado, 
Y conmigo tiene su contentamiento. 
7:11 Ven, oh amado mío, salgamos al campo, 
Moremos en las aldeas. 
7:12 Levantémonos de mañana a las viñas; 
Veamos si brotan las vides, si están en cierne, 
Si han florecido los granados; 
Allí te daré mis amores. 
7:13 Las mandrágoras han dado olor, 
Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, 
Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.


El Cantar de los Cantares
Capítulo 08
8:1 ¡Oh, si tú fueras como un hermano mío 
Que mamó los pechos de mi madre! 
Entonces, hallándote fuera, te besaría, 
Y no me menospreciarían. 
8:2 Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; 
Tú me enseñarías, 
Y yo te haría beber vino 
Adobado del mosto de mis granadas. 
8:3 Su izquierda esté debajo de mi cabeza, 
Y su derecha me abrace. 
8:4 Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, 
Que no despertéis ni hagáis velar al amor, 
Hasta que quiera.

Sintamos miedo a la muerte:

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando... Sintamos miedo a la muerte: - Juan 11 - 1a Corintios 15:35-58 - 2ª Corintios 5:1-10 - ...