lunes, 29 de octubre de 2012

I Ti 1,Is 31-33, Sal 119.33-64

LECTURA PARA EL DIA 30 DE OCTUBRE

1ra. a Timoteo Capítulo 01

1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza,
1:2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
1:3 Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina,
1:4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
1:6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería,
1:7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;
1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
1:11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.
1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,
1:13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
1:14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.
1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
1:16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.
1:17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
1:18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,
1:19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos,
1:20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.


Isaías Capítulo 31

31:1 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!
31:2 Pero él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los que hacen iniquidad.
31:3 Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.
31:4 Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa, y si se reúne cuadrilla de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos; así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion, y sobre su collado.
31:5 Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando.
31:6 Volved a aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel.
31:7 Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras.
31:8 Entonces caerá Asiria por espada no de varón, y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán tributarios.
31:9 Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, dejarán sus banderas, dice Jehová, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén. 


Isaías Capítulo 32

32:1 He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.
32:2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
32:3 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos.
32:4 Y el corazón de los necios entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente.
32:5 El ruin nunca más será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido.
32:6 Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.
32:7 Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.
32:8 Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.
32:9 Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón.
32:10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.
32:11 Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.
32:12 Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil.
32:13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría.
32:14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;
32:15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.
32:16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.
32:17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
32:18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
32:19 Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
32:20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno. 


Isaías Capítulo 33

33:1 ¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti.
33:2 Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación.
33:3 Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú.
33:4 Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas.
33:5 Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia.
33:6 Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro.
33:7 He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente.
33:8 Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres.
33:9 Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos.
33:10 Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido.
33:11 Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá.
33:12 Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego.
33:13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder.
33:14 Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?
33:15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala;
33:16 éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
33:17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.
33:18 Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿qué del pesador del tributo? ¿qué del que pone en lista las casas más insignes?
33:19 No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas.
33:20 Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
33:21 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave.
33:22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.
33:23 Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.
33:24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.


Salmos Capítulo 119

119:33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.
119:34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,
Y la cumpliré de todo corazón.
119:35 Guíame por la senda de tus mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad.
119:36 Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.
119:37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino.
119:38 Confirma tu palabra a tu siervo,
Que te teme.
119:39 Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.
119:40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.
Vau
119:41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho.
119:42 Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.
119:43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.
119:44 Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.
119:45 Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.
119:46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
Y no me avergonzaré;
119:47 Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.
119:48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.
Zain
119:49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has hecho esperar.
119:50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.
119:51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
119:52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,
Y me consolé.
119:53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos
Que dejan tu ley.
119:54 Cánticos fueron para mí tus estatutos
En la casa en donde fui extranjero.
119:55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.
119:56 Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.
Chet
119:57 Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.
119:58 Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.
119:59 Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.
119:60 Me apresuré y no me retardé
En guardar tus mandamientos.
119:61 Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me he olvidado de tu ley.
119:62 A medianoche me levanto para alabarte
Por tus justos juicios.
119:63 Compañero soy yo de todos los que te temen
Y guardan tus mandamientos.
119:64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 29 DE OCTUBRE

2 Ts 3,Is 29-30,Sal 119.1-32

LECTURA PARA EL DIA 29 DE OCTUBRE

2da. a los Tesalonicenses Capítulo 03

3:1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,
3:2 y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.
3:3 Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
3:4 Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.
3:5 Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
3:7 Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
3:8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
3:9 no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.
3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
3:11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.
3:12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
3:13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
3:14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
3:15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
3:16 Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
3:17 La salutación es de mi propia mano, de Pablo, que es el signo en toda carta mía; así escribo.
3:18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.


Isaías Capítulo 29

29:1 ¡Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, las fiestas sigan su curso.
29:2 Mas yo pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel.
29:3 Porque acamparé contra ti alrededor, y te sitiaré con campamentos, y levantaré contra ti baluartes.
29:4 Entonces serás humillada, hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz de la tierra como la de un fantasma, y tu habla susurrará desde el polvo.
29:5 Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo menudo, y la multitud de los fuertes como tamo que pasa; y será repentinamente, en un momento.
29:6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor.
29:7 Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel, y todos los que pelean contra ella y su fortaleza, y los que la ponen en apretura.
29:8 Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion.
29:9 Deteneos y maravillaos; ofuscaos y cegaos; embriagaos, y no de vino; tambalead, y no de sidra.
29:10 Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes.
29:11 Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado.
29:12 Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer.
29:13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
29:14 por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.
29:15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?
29:16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?
29:17 ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque?
29:18 En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
29:19 Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.
29:20 Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad,
29:21 los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad.
29:22 Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido;
29:23 porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de ellos, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.
29:24 Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia, y los murmuradores aprenderán doctrina.


IsaíasCapítulo 30

30:1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!
30:2 Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.
30:3 Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión.
30:4 Cuando estén sus príncipes en Zoán, y sus embajadores lleguen a Hanes,
30:5 todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio.
30:6 Profecía sobre las bestias del Neguev: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho.
30:7 Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.
30:8 Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.
30:9 Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová;
30:10 que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras;
30:11 dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.
30:12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;
30:13 por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente.
30:14 Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo.
30:15 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,
30:16 sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.
30:17 Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina.
30:18 Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.
30:19 Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
30:20 Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros.
30:21 Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.
30:22 Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.
30:23 Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas.
30:24 Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba.
30:25 Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.
30:26 Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.
30:27 He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos; su rostro encendido, y con llamas de fuego devorador; sus labios llenos de ira, y su lengua como fuego que consume.
30:28 Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar.
30:29 Vosotros tendréis cántico como de noche en que se celebra pascua, y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel.
30:30 Y Jehová hará oír su potente voz, y hará ver el descenso de su brazo, con furor de rostro y llama de fuego consumidor, con torbellino, tempestad y piedra de granizo.
30:31 Porque Asiria que hirió con vara, con la voz de Jehová será quebrantada.
30:32 Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.
30:33 Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.


Salmos
Capítulo 119

119:1 Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
119:2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
119:3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
119:4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
119:5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!
119:6 Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
119:7 Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.
119:8 Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.
Bet
119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
119:10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.
119:11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
119:12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.
119:13 Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.
119:14 Me he gozado en el camino de tus testimonios
Más que de toda riqueza.
119:15 En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.
119:16 Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.
Guímel
119:17 Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.
119:18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.
119:19 Forastero soy yo en la tierra;
No encubras de mí tus mandamientos.
119:20 Quebrantada está mi alma de desear
Tus juicios en todo tiempo.
119:21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,
Que se desvían de tus mandamientos.
119:22 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,
Porque tus testimonios he guardado.
119:23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;
Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
119:24 Pues tus testimonios son mis delicias
Y mis consejeros.
Dálet
119:25 Abatida hasta el polvo está mi alma;
Vivifícame según tu palabra.
119:26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;
Enséñame tus estatutos.
119:27 Hazme entender el camino de tus mandamientos,
Para que medite en tus maravillas.
119:28 Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.
119:29 Aparta de mí el camino de la mentira,
Y en tu misericordia concédeme tu ley.
119:30 Escogí el camino de la verdad;
He puesto tus juicios delante de mí.
119:31 Me he apegado a tus testimonios;
Oh Jehová, no me avergüences.
119:32 Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanches mi corazón.

Sintamos miedo a la muerte:

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando... Sintamos miedo a la muerte: - Juan 11 - 1a Corintios 15:35-58 - 2ª Corintios 5:1-10 - ...