lunes, 23 de septiembre de 2024

EL TEMA DE HOY:EL DIA DEL SEÑOR VENDRA

 2da. de Pedro

Capítulo 03

3:1 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 
3:2 para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; 
3:3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,
3:4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 
3:5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste,
3:6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;
3:7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 
3:8 Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
3:9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 
3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 
3:11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 
3:12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 
3:13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
3:14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. 
3:15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 
3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. 
3:17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 
3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.




EL MENSAJE QUE NOS DA:


Este pasaje de 2 Pedro 3 nos ofrece una profunda reflexión sobre la paciencia de Dios, la esperanza en su promesa de una nueva creación y la importancia de vivir una vida santa en preparación para el día del juicio.

Reflexiones clave:

  1. Recordatorio de las promesas de Dios: Pedro exhorta a los creyentes a recordar las palabras de los profetas y apóstoles, quienes anunciaron la venida de Cristo y el cumplimiento de sus promesas. Es un llamado a no olvidar lo que Dios ha dicho a través de las Escrituras.

  2. Advertencia sobre los burladores: En los últimos días, habrá personas que se burlen de la promesa de la segunda venida de Cristo, basando sus dudas en la aparente falta de cambio en el mundo. Estos individuos están cegados por sus deseos carnales y no reconocen que, en el pasado, el mundo fue transformado por el juicio de Dios, como en el caso del diluvio.

  3. La paciencia de Dios es salvación: Dios no retarda su promesa, sino que es paciente porque quiere que todos procedan al arrepentimiento. Este mensaje subraya la misericordia divina, que espera con amor para que la mayor cantidad posible de personas se salve antes del juicio final.

  4. El día del Señor: Pedro advierte que el día del Señor llegará de manera inesperada, como un ladrón en la noche, y que el mundo tal como lo conocemos será destruido. Esto es un llamado a no estar aferrados a lo material, sino a vivir con la expectativa de la venida de Cristo.

  5. Vivir en santidad y paz: Dado que todas las cosas materiales serán desechas, Pedro nos exhorta a vivir en santidad, piadosamente, y en paz. Los creyentes deben ser encontrados sin mancha e irreprensibles cuando llegue el juicio.

  6. La promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra: Pedro nos recuerda la promesa de "cielos nuevos y tierra nueva", donde morará la justicia. Esta esperanza debe motivarnos a mantenernos firmes en la fe y a resistir las tentaciones del mundo.

  7. Crecer en la gracia y conocimiento de Cristo: Finalmente, Pedro anima a los creyentes a seguir creciendo en la gracia y en el conocimiento de Jesús. Esta búsqueda constante del Señor nos ayudará a mantenernos firmes hasta el día de la eternidad.

En resumen, este pasaje es una llamada a mantener una perspectiva eterna, recordando que la paciencia de Dios es un acto de amor para dar tiempo al arrepentimiento. Nos insta a vivir vidas santas y expectantes, confiando en la promesa de un futuro donde reine la justicia.