miércoles, 2 de octubre de 2024

PREDICA: PONIENDONOSS EN EL LUGAR DE UN PECADOR

 

EL TEMA DE HOY: VENID Y DESCANSAD

  Mateo 11

25 

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

26 Sí, Padre, porque así te agradó.

27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

💥Mensaje de reflexión que  nos da el siguiente pasaje bíblico Mateo 11:25 💥

El pasaje de Mateo 11:25-30 nos ofrece una profunda reflexión sobre la revelación divina, la relación entre el Padre y el Hijo, y el llamado de Jesús a quienes están cansados y agobiados.


1. Revelación a los humildes (versículos 25-26)

Jesús alaba al Padre por haber revelado las verdades del reino de Dios no a los sabios y entendidos de este mundo, sino a los que son como niños, es decir, a los humildes y sencillos de corazón. Esto nos enseña que la sabiduría divina no depende del conocimiento humano, sino de la disposición del corazón para recibir con humildad lo que Dios quiere mostrar.


2. La intimidad entre el Padre y el Hijo (versículo 27)

Jesús subraya la relación única y especial que tiene con Dios Padre, donde el conocimiento pleno entre ellos es exclusivo. Sin embargo, nos ofrece una esperanza: aquellos a quienes el Hijo desee revelarle al Padre también podrán conocerlo. Esto destaca el papel de Jesús como mediador entre Dios y los hombres.


3. La invitación al descanso (versículos 28-30)

Jesús extiende una invitación poderosa: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Este descanso no es solo físico, sino también espiritual. Nos invita a llevar su yugo, que es fácil y ligero en comparación con las cargas del mundo. Aprender de su mansedumbre y humildad nos ofrece un descanso profundo para nuestras almas.


Reflexión central:

Este pasaje nos invita a depender de la revelación y el amor de Dios, no en nuestro propio entendimiento o esfuerzo. Nos anima a acercarnos a Jesús, quien alivia nuestras cargas y nos da descanso verdadero, guiándonos con un espíritu de mansedumbre y humildad.

💥OREMOS💥💥

Señor y Dios Padre todopoderoso, Señor Jesús, una vez más estamos delante del trono de tu presencia en esta hora. Señor, mi Dios, te damos gracias por la revelación divina que nos das y por ayudarnos a los que estamos cansados y agotados. Ayúdanos a ser como niños, Padre, para ser humildes y sencillos de corazón. Enséñanos que la sabiduría divina no depende del conocimiento humano. Gloria a Dios, aleluya.

En esta hora, Padre, te pedimos, oh Dios, que seas perdonando nuestras rebeliones, nuestras iniquidades, nuestras concupiscencias. Ayúdanos, oh Dios, para que en todo tiempo busquemos de tu presencia y así tengamos no solo descanso físico, sino también descanso espiritual. Ayúdanos a aprender de tu mansedumbre y de tu humildad. Gracias, Señor, gracias por tu amor, por tu misericordia, por tu bondad. Alivia nuestras cargas y danos ese descanso verdadero. Guíanos con un espíritu de mansedumbre y humildad.

Bendice a los líderes espirituales, a los que están presos, a los gobernantes, y a la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum. En el nombre de Cristo Jesús, bendice su gobierno y a los gobernados. Sé con ella, oh Dios, y con todo su equipo de trabajo. Gracias te damos, oh Padre. Bendice a los que están privados de su libertad y a los que están en las cárceles. Bendice a los líderes espirituales y, junto a ellos, auméntanos la fe, Padre, y ayúdanos a seguir en tu camino. Bendice nuestras vidas, nuestros compañeros de trabajo, nuestra salud. Líbranos de toda crítica y de todo espíritu de engaño.

En el nombre de Cristo Jesús te damos gracias, mi Dios. Gracias porque eres bueno, porque eres fiel, porque tu amor es eterno. Bendito seas, oh Dios. A ti sea la honra, la gloria y la alabanza, por siempre. En el nombre poderoso de Cristo Jesús. Amén.