viernes, 14 de septiembre de 2012

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AUDIO LECTURA PARA EL DIA 14 DE SEPTIEMBRE

Jn 16.4-33,2Cr 24, Sal 81


Juan Capítulo 16


16:4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros. 
16:5 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? 
16:6 Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón. 
16:7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. 
16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 
16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 
16:10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 
16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. 
16:12 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. 
16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 
16:14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 
16:15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.16:16 Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre
16:17 Entonces se dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Todavía un poco y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
16:18 Decían, pues: ¿Qué quiere decir con: Todavía un poco? No entendemos lo que habla.
16:19 Jesús conoció que querían preguntarle, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros acerca de esto que dije: Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis? 
16:20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo. 
16:21 La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo. 
16:22 También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. 
16:23 En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. 
16:24 Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.16:25 Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré por alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre. 
16:26 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, 
16:27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios. 
16:28 Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. 
16:29 Le dijeron sus discípulos: He aquí ahora hablas claramente, y ninguna alegoría dices.
16:30 Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Dios.
16:31 Jesús les respondió: ¿Ahora creéis? 
16:32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 
16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.


2da. de Crónicas Capítulo 24

24:1 De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén . El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
24:2 E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días de Joiada el sacerdote.
24:3 Y Joiada tomó para él dos mujeres; y engendró hijos e hijas.
24:4 Después de esto aconteció que Joás decidió restaurar la casa de Jehová.
24:5 Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia.
24:6 Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés siervo de Jehová impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio?
24:7 Porque la impía Atalía y sus hijos habían destruído la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová.
24:8 Mandó, pues, el rey que hiciesen un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa de Jehová;
24:9 e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén , que trajesen a Jehová la ofrenda que Moisés siervo de Dios había impuesto a Israel en el desierto.
24:10 Y todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, y trajeron ofrendas, y las echaron en el arca hasta llenarla.
24:11 Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al secretario del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciában, y la volvían a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero;
24:12 y el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová, y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y bronce para componer la casa.
24:13 Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron.
24:14 Y cuando terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
24:15 Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días: de ciento y treinta años era cuando murió.
24:16 Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho bien con Israel, y para con Dios, y con su casa.
24:17 Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá, y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó.
24:18 Y desampararon la casa de Jehová el Dios de sus padres, y sirvieron a los símbolos de Asera y a las imágenes esculpidas. Entonces la ira de Dios vino sobre Judá y Jerusalén por este su pecado.
24:19 Y les envió profetas, para que los volviesen a Jehová, los cuales les amonestaron; mas ellos no los escucharon.
24:20 Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jehová, el también os abandonará.
24:21 Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jehová.
24:22 Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande.
24:23 A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén , y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todos el botín al rey a Damasco.
24:24 Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.
24:25 Y cuando se fueron los sirios, lo dejaron agobiado por sus dolencias; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y lo hirieron en su cama, y murió: y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
24:26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat amonita, y Jozabad, hijo de Simrit moabita.
24:27 En cuanto a los hijos de Joás, y la multiplicación que hizo de las rentas, y la restauración de la casa de Jehová, he aquí está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar Amasías su hijo.



Los Salmos Capítulo 81

81:1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.
81:2 Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.
81:3 Tocad la trompeta en la nueva luna,
En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.
81:4 Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.
81:5 Lo constituyó como testimonio en José
Cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí lenguaje que no entendía;
81:6 Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos fueron descargadas de los cestos.
81:7 En la calamidad clamaste, y yo te libré;
Te respondí en lo secreto del trueno;
Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah
81:8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres,
81:9 No habrá en ti dios ajeno,
Ni te inclinarás a dios extraño.
81:10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.
81:11 Pero mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso a mí.
81:12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.
81:13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!
81:14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.
81:15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.
81:16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.

 

AUDIO LECTURA PARA EL DIA 13 DE SEPTIEMBRE

Jn 15.1-16-4, ,2Cr 23, Sal 80

Juan Capítulo 15
15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 
15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 
15:9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 
15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 
15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
15:12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 
15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 
15:17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.15:18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. 
15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. 
15:20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. 
15:21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 
15:22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. 
15:23 El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. 
15:24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre. 
15:25 Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 
15:27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.
 

Juan Capítulo 16

16:1 Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. 
16:2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. 
16:3 Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. 
16:4 Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho.
Esto no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros.

2da. de Crónicas Capítulo 23

23:1 En el séptimo año se animó Joiada, y tomó consigo en alianza a los jefes de centenas Azarías hijo de Jeroham, Ismael hijo de Johanán, Azarías hijo de Obed, Maasías hijo de Adaía, y a Elisafat hijo de Zicri,
23:2 Los cuales recorrieron el país de Judá, y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá, y a los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Jerusalén .
23:3 Y toda la multitud hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y Joiada les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová ha dicho a los hijos de David.
23:4 Ahora haced esto: la tercera parte de vosotros, los que entran el día de reposo, estarán de porteros con los sacerdotes y los levitas;
23:5 Otra tercera parte, a la casa del rey; y la otra tercera parte, a la puerta del Cimiento: y todo el pueblo estará en los patios de la casa de Jehová.
23:6 Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y levitas que ministran: éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará guardia delante de Jehová.
23:7 Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; cualquiera que entre en la casa, que muera: y estaréis con el rey cuando entre, y cuando salga.
23:8 Y los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada: y tomó cada jefe a los suyos, los que entraban el día de reposo, y los que salían el día de reposo: porque el sacerdote Joiada no dio licencia a las compañías.
23:9 Dio también el sacerdote Joiada a los jefes de las centenas las lanzas, los paveses y los escudos que habían sido del rey David, y que estaban en la casa de Dios;
23:10 Y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, alrededor del rey por todas partes.
23:11 Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y lo proclamaron rey; y Joiada y sus hijos lo ungieron, diciendo luego: ¡Viva el rey!
23:12 Cuando Atalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que aclamaban al rey, vino al pueblo a la casa de Jehová;
23:13 Y mirando, vió al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompeteros junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra mostraba alegría, y sonaban bocinas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y dijo: ¡Traición! ¡Traición!
23:14 Pero el sacerdote Joiada mandó que salieran los jefes de centenas del ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto; y al que la siguiere, matadlo a filo de espada: porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová.
23:15 Ellos pues le echaron mano, y luego que ella hubo pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la mataron.
23:16 Y Joiada hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que serían pueblo de Jehová.
23:17 Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes, y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.
23:18 Luego ordenó Joiada los oficios en la casa de Jehová, bajo la mano de los sacerdotes y levitas, según David los había distribuido en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos, conforme a la disposición de David.
23:19 Puso también porteros a las puertas de la casa de Jehová, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo.
23:20 Llamó después a los jefes de centenas, y a los principales, a los que gobernaban el pueblo y a todo el pueblo de la tierra, para conducir al rey desde la casa de Jehová; y cuando llegaron a la mitad de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino.
23:21 Y se regocijó todo el pueblo del país; y la ciudad estuvo tranquila, después que mataron a Atalia a filo de espada.


Los Salmos Capítulo 80

80:1 Oh Pastor de Israel, escucha;
Tú que pastoreas como a ovejas a José,
Que estás entre querubines, resplandece.
80:2 Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
Y ven a salvarnos.
80:3 Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
80:4 Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
80:5 Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.
80:6 Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan entre sí.
80:7 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
80:8 Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.
80:9 Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.
80:10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.
80:11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
Y hasta el río sus renuevos.
80:12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,
Y la vendimian todos los que pasan por el camino?
80:13 La destroza el puerco montés,
Y la bestia del campo la devora.
80:14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,
80:15 La planta que plantó tu diestra,
Y el renuevo que para ti afirmaste.
80:16 Quemada a fuego está, asolada;
Perezcan por la reprensión de tu rostro.
80:17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.
80:18 Así no nos apartaremos de ti;
Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.
80:19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Sintamos miedo a la muerte:

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando... Sintamos miedo a la muerte: - Juan 11 - 1a Corintios 15:35-58 - 2ª Corintios 5:1-10 - ...