LECTURA PARA EL DIA 01 DE ABRIL 
Mateo
Capítulo 25
25:1 Entonces el reino de
los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron
a recibir al esposo. 
25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 
25:3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite; 
25:4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas. 
25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se
durmieron. 
25:6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle!
25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y
arreglaron sus lámparas. 
25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de
vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 
25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no
nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para
vosotras mismas. 
25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo;
y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 
25:11 Después vinieron también las otras vírgenes,
diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 
25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que
no os conozco.
25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en
que el Hijo del Hombre ha de venir.
25:14 Porque el reino de los cielos es como un
hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 
25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno,
a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 
25:16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció
con ellos, y ganó otros cinco talentos 
25:17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también
otros dos. 
25:18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la
tierra, y escondió el dinero de su señor. 
25:19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos
siervos, y arregló cuentas con ellos. 
25:20 Y llegando el que había recibido cinco talentos,
trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí
tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. 
25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 
25:22 Llegando también el que había recibido dos
talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado
otros dos talentos sobre ellos. 
25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 
25:24 Pero llegando también el que había recibido un
talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no
sembraste y recoges donde no esparciste; 
25:25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento
en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 
25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y
negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 
25:27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los
banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 
25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene
diez talentos. 
25:29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más;
y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de
afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Números
Capítulo 30
30:1 Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado.
30:2 Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su
 alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo
 que salió de su boca.
30:3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;
30:4 si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y 
su padre callare a ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda 
obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
30:5 Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus 
obligaciones con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y 
Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo vedó.
30:6 Pero si fuere casada e hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;
30:7 si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare a ello, los votos 
de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
30:8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella
 hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo;
 y Jehová la perdonará.
30:9 Pero todo voto de viuda o repudiada, con que ligare su alma, será firme.
30:10 Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento,
30:11 si su marido oyó, y calló a ello y no le vedó, entonces todos sus 
votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, 
firme será.
30:12 Mas si su marido los anuló el día que los oyó, todo lo que salió 
de sus labios cuanto a sus votos, y cuanto a la obligación de su alma, 
será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará.
30:13 Todo voto, y todo juramento obligándose a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará.
30:14 Pero si su marido callare a ello de día en día, entonces confirmó 
todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella; los 
confirmó, por cuanto calló a ello el día que lo oyó.
30:15 Mas si los anulare después de haberlos oído, entonces él llevará el pecado de ella.
30:16 Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el varón y
 su mujer, y entre el padre y su hija durante su juventud en casa de su 
padre.
Números
Capítulo 31
31:1 Jehová habló a Moisés, diciendo:
31:2 Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
31:3 Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de 
vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de 
Jehová en Madián.
31:4 Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis a la guerra.
31:5 Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra.
31:6 Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió; y Finees 
hijo del sacerdote Eleazar fue a la guerra con los vasos del santuario, y
 con las trompetas en su mano para tocar.
31:7 Y pelearon contra Madián, como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón.
31:8 Mataron también, entre los muertos de ellos, a los reyes de Madián,
 Evi, Requem, Zur, Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam 
hijo de Beor mataron a espada.
31:9 Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los 
madianitas, a sus niños, y todas sus bestias y todos sus ganados; y 
arrebataron todos sus bienes,
31:10 e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones.
31:11 Y tomaron todo el despojo, y todo el botín, así de hombres como de bestias.
31:12 Y trajeron a Moisés y al sacerdote Eleazar, y a la congregación de
 los hijos de Israel, los cautivos y el botín y los despojos al 
campamento, en los llanos de Moab, que están junto al Jordán frente a 
Jericó.
31:13 Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento.
31:14 Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
31:15 y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?
31:16 He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos
 de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo 
que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
31:17 Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad 
también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
31:18 Pero a todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.
31:19 Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y 
cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete
 días, y os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros
 cautivos.
31:20 Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelo de cabra, y todo utensilio de madera.
31:21 Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de 
la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a 
Moisés:
31:22 Ciertamente el oro y la plata, el bronce, hierro, estaño y plomo,
31:23 todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será 
limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; y 
haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.
31:24 Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.
31:25 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
31:26 Toma la cuenta del botín que se ha hecho, así de las personas como
 de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de
 la congregación;
31:27 y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra, y toda la congregación.
31:28 Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que 
salieron a la guerra; de quinientos, uno, así de las personas como de 
los bueyes, de los asnos y de las ovejas.
31:29 De la mitad de ellos lo tomarás; y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová.
31:30 Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de 
cada cincuenta de las personas, de los bueyes, de los asnos, de las 
ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen la guarda
 del tabernáculo de Jehová.
31:31 E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mandó a Moisés.
31:32 Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,
31:33 setenta y dos mil bueyes,
31:34 y sesenta y un mil asnos.
31:35 En cuanto a personas, de mujeres que no habían conocido varón, eran por todas treinta y dos mil.
31:36 Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el 
número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas;
31:37 y el tributo de las ovejas para Jehová fue seiscientas setenta y cinco.
31:38 De los bueyes, treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Jehová, setenta y dos.
31:39 De los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová, sesenta y uno.
31:40 Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová, treinta y dos personas.
31:41 Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.
31:42 Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra
31:43 (la mitad para la congregación fue: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas;
31:44 de los bueyes, treinta y seis mil;
31:45 de los asnos, treinta mil quinientos;
31:46 y de las personas, dieciséis mil);
31:47 de la mitad, pues, para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de 
cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a 
los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová, como Jehová
 lo había mandado a Moisés.
31:48 Vinieron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas,
31:49 y dijeron a Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de
 guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
31:50 Por lo cual hemos ofrecido a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha
 hallado, alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y 
cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová.
31:51 Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
31:52 Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de 
millares y de centenas fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.
31:53 Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí.
31:54 Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los 
jefes de millares y de centenas, y lo trajeron al tabernáculo de 
reunión, por memoria de los hijos de Israel delante de Jehová.
Job
Capítulo 01
1:1 Hubo
en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal.
1:2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas.
1:3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas 
yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel 
varón más grande que todos los orientales.
1:4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su 
día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y 
bebiesen con ellos.
1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job 
enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía 
holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá 
habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus 
corazones. De esta manera hacía todos los días.
1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no
 hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios
 y apartado del mal?
1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que 
tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes
 han aumentado sobre la tierra.
1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; 
solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de 
Jehová.
1:13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito,
1:14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos,
1:15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a 
filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.
1:16 Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios 
cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; 
solamente escapé yo para darte la noticia.
1:17 Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos 
hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los 
llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé 
yo para darte la noticia.
1:18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus 
hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el 
primogénito;
1:19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro 
esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y 
solamente escapé yo para darte la noticia.
1:20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré 
allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
 
 
 
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