viernes, 14 de junio de 2013

Mt 23.1-12,Nm 22.41-23.26,Cnt 3.6-5.1

LECTURA PARA EL DIA 28 DE MARZO

Mateo
Capítulo 23
23:1 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: 
23:2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 
23:3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 
23:4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 
23:5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 
23:6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 
23:7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. 
23:8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 
23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. 
23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 
23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.


Números
Capítulo 22

22:41 El día siguiente, Balac tomó a Balaam y lo hizo subir a Bamot-baal, y desde allí vio a los más cercanos del pueblo.


Números
Capítulo 23
23:1 Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
23:2 Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.
23:3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto.
23:4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
23:5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
23:6 Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
23:7 Y él tomó su parábola, y dijo:
De Aram me trajo Balac,
Rey de Moab, de los montes del oriente;
Ven, maldíceme a Jacob,
Y ven, execra a Israel.
23:8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?
¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
23:9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré,
Y desde los collados lo miraré;
He aquí un pueblo que habitará confiado,
Y no será contado entre las naciones.
23:10 ¿Quién contará el polvo de Jacob,
O el número de la cuarta parte de Israel?
Muera yo la muerte de los rectos,
Y mi postrimería sea como la suya.
23:11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
23:12 El respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?
23:13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí me los maldecirás.
23:14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
23:15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
23:16 Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
23:17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
23:18 Entonces él tomó su parábola, y dijo:
Balac, levántate y oye;
Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
23:19 Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
23:20 He aquí, he recibido orden de bendecir;
El dio bendición, y no podré revocarla.
23:21 No ha notado iniquidad en Jacob,
Ni ha visto perversidad en Israel.
Jehová su Dios está con él,
Y júbilo de rey en él.
23:22 Dios los ha sacado de Egipto;
Tiene fuerzas como de búfalo.
23:23 Porque contra Jacob no hay agüero,
Ni adivinación contra Israel.
Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel:
¡Lo que ha hecho Dios!
23:24 He aquí el pueblo que como león se levantará,
Y como león se erguirá;
No se echará hasta que devore la presa,
Y beba la sangre de los muertos.
23:25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas.
23:26 Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer? 



El Cantar de los Cantares
Capítulo 03

3:6 ¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, 
Sahumada de mirra y de incienso 
Y de todo polvo aromático? 
3:7 He aquí es la litera de Salomón; 
Sesenta valientes la rodean, 
De los fuertes de Israel. 
3:8 Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra;
Cada uno su espada sobre su muslo, 
Por los temores de la noche. 
3:9 El rey Salomón se hizo una carroza 
De madera del Líbano. 
3:10 Hizo sus columnas de plata, 
Su respaldo de oro, 
Su asiento de grana, 
Su interior recamado de amor 
Por las doncellas de Jerusalén. 
3:11 Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón 
Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, 
Y el día del gozo de su corazón.


El Cantar de los Cantares
Capítulo 04
4:1 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; 
Tus ojos entre tus guedejas como de paloma; 
Tus cabellos como manada de cabras 
Que se recuestan en las laderas de Galaad. 
4:2 Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas, 
Que suben del lavadero, 
Todas con crías gemelas, 
Y ninguna entre ellas estéril. 
4:3 Tus labios como hilo de grana, 
Y tu habla hermosa; 
Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo. 
4:4 Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería; 
Mil escudos están colgados en ella, 
Todos escudos de valientes. 
4:5 Tus dos pechos, como gemelos de gacela, 
Que se apacientan entre lirios. 
4:6 Hasta que apunte el día y huyan las sombras, 
Me iré al monte de la mirra, 
Y al collado del incienso. 
4:7 Toda tú eres hermosa, amiga mía, 
Y en ti no hay mancha. 
4:8 Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; 
Ven conmigo desde el Líbano. 
Mira desde la cumbre de Amana, 
Desde la cumbre de Senir y de Hermón, 
Desde las guaridas de los leones, 
Desde los montes de los leopardos. 
4:9 Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; 
Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, 
Con una gargantilla de tu cuello. 
4:10 ¡Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía! 
¡Cuánto mejores que el vino tus amores, 
Y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas!
4:11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; 
Miel y leche hay debajo de tu lengua; 
Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano. 
4:12 Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; 
Fuente cerrada, fuente sellada. 
4:13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, 
De flores de alheña y nardos; 
4:14 Nardo y azafrán, caña aromática y canela, 
Con todos los árboles de incienso; 
Mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. 
4:15 Fuente de huertos, 
Pozo de aguas vivas, 
Que corren del Líbano. 
4:16 Levántate, Aquilón, y ven, Austro; 
Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. 
Venga mi amado a su huerto, 
Y coma de su dulce fruta. 



El Cantar de los Cantares
Capítulo 05
5:1 Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; 
He recogido mi mirra y mis aromas; 
He comido mi panal y mi miel, 
Mi vino y mi leche he bebido. 
Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

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