LECTURA PARA EL DIA 17 DE FEBRERO
Hebreos
Capítulo 12
12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan
grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,
y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
12:2 puestos
los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra
del trono de Dios.
12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de
pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta
desmayar.
12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo
contra el pecado;
12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos
se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del
Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
12:6
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe
por hijo.
12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos;
porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os
deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois
bastardos, y no hijos.
12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres
terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos
mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
12:10 Y aquéllos,
ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste
para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
12:11
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados.
12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas
paralizadas;
12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo
cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
12:14 Seguid la paz con
todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
12:15 Mirad bien, no
sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
12:16 no sea que
haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su
primogenitura.
12:17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la
bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque
la procuró con lágrimas.
12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se
podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la
tempestad,
12:19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual
los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
12:20 porque no podían
soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada,
o pasada con dardo;
12:21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo:
Estoy espantado y temblando;
12:22 sino que os habéis acercado al monte de
Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos
millares de ángeles,
12:23 a la congregación de los primogénitos que están
inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos
hechos perfectos,
12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre
rociada que habla mejor que la de Abel.
12:25 Mirad que no desechéis al que
habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en
la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los
cielos.
12:26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha
prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino
también el cielo.
12:27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las
cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
12:28
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
12:29
porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Éxodo
Capítulo 16
16:1 Partió luego de Elim toda la congregación de
los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a
los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de
Egipto.
16:2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra
Moisés y Aarón en el desierto;
16:3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá
hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos
sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos
habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta
multitud.
16:4 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del
cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que
yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.
16:5 Mas en el sexto día prepararán
para guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.
16:6 Entonces
dijeron Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel: En la tarde sabréis que
Jehová os ha sacado de la tierra de Egipto,
16:7 y a la mañana veréis la
gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque
nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?
16:8 Dijo
también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan
hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis
murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son
contra nosotros, sino contra Jehová.
16:9 Y dijo Moisés a Aarón: Di a toda
la congregación de los hijos de Israel: Acercaos a la presencia de Jehová,
porque él ha oído vuestras murmuraciones.
16:10 Y hablando Aarón a toda la
congregación de los hijos de Israel, miraron hacia el desierto, y he aquí la
gloria de Jehová apareció en la nube.
16:11 Y Jehová habló a Moisés,
diciendo:
16:12 Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel;
háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os
saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios.
16:13 Y venida
la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana
descendió rocío en derredor del campamento.
16:14 Y cuando el rocío cesó de
descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda
como una escarcha sobre la tierra.
16:15 Y viéndolo los hijos de Israel, se
dijeron unos a otros: ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés
les dijo: Es el pan que Jehová os da para comer.
16:16 Esto es lo que Jehová
ha mandado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por
cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que
están en su tienda.
16:17 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y
recogieron unos más, otros menos;
16:18 y lo medían por gomer, y no sobró al
que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió
conforme a lo que había de comer.
16:19 Y les dijo Moisés: Ninguno deje nada
de ello para mañana.
16:20 Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que
algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y hedió; y se enojó
contra ellos Moisés.
16:21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que
había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.
16:22 En el sexto
día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada uno; y todos los
príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron saber a Moisés.
16:23
Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo,
el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que
habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para
mañana.
16:24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés
había mandado, y no se agusanó, ni hedió.
16:25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy,
porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo.
16:26
Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se
hallará.
16:27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día
a recoger, y no hallaron.
16:28 Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no
querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?
16:29 Mirad que Jehová os dió
el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése,
pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.
16:30 Así
el pueblo reposó el séptimo día.
16:31 Y la casa de Israel lo llamó Maná; y
era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con
miel.
16:32 Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenad un gomer
de él, y guardadlo para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo
os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de
Egipto.
16:33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer
de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros
descendientes.
16:34 Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo,
como Jehová lo mandó a Moisés.
16:35 Así comieron los hijos de Israel maná
cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que
llegaron a los límites de la tierra de Canaán.
16:36 Y un gomer es la décima
parte de un efa.
Éxodo
Capítulo 17
17:1 Toda la congregación de los hijos de Israel
partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová,
y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese.
17:2 Y
altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés
les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
17:3 Así
que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos
hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a
nuestros ganados?
17:4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré
con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.
17:5 Y Jehová dijo a
Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y
toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve.
17:6 He aquí
que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y
saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de
los ancianos de Israel.
17:7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y
Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová,
diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?
17:8 Entonces vino
Amalec y peleó contra Israel en Refidim.
17:9 Y dijo Moisés a Josué:
Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la
cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
17:10 E hizo Josué como le
dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre
del collado.
17:11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel
prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.
17:12 Y las
manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo
de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un
lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el
sol.
17:13 Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de
espada.
17:14 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro,
y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del
cielo.
17:15 Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-
nisi;
17:16 y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono
de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en
generación.
Proverbios
Capítulo 07
7:6 Porque mirando yo por la
ventana de mi casa,
Por mi celosía,
7:7 Vi entre los
simples,
Consideré entre los jóvenes,
A un joven falto de
entendimiento,
7:8 El cual pasaba por la calle, junto a la
esquina,
E iba camino a la casa de ella,
7:9 A la tarde
del día, cuando ya oscurecía,
En la oscuridad y tinieblas de la
noche.
7:10 Cuando he aquí, una mujer le sale al
encuentro,
Con atavío de ramera y astuta de corazón.
7:11
Alborotadora y rencillosa,
Sus pies no pueden estar en
casa;
7:12 Unas veces está en la calle, otras veces en las
plazas,
Acechando por todas las esquinas.
7:13 Se asió de
él, y le besó.
Con semblante descarado le dijo:
7:14
Sacrificios de paz había prometido,
Hoy he pagado mis
votos;
7:15 Por tanto, he salido a encontrarte,
Buscando
diligentemente tu rostro, y te he hallado.
7:16 He adornado mi cama
con colchas
Recamadas con cordoncillo de Egipto;
7:17 He
perfumado mi cámara
Con mirra, áloes y canela.
7:18 Ven,
embriaguémonos de amores hasta la mañana;
Alegrémonos en
amores.
7:19 Porque el marido no está en casa;
Se ha ido a
un largo viaje.
7:20 La bolsa de dinero llevó en su
mano;
El día señalado volverá a su casa.
7:21 Lo rindió
con la suavidad de sus muchas palabras,
Le obligó con la zalamería de
sus labios.
7:22 Al punto se marchó tras ella,
Como va el
buey al degolladero,
Y como el necio a las prisiones para ser
castigado;
7:23 Como el ave que se apresura a la red,
Y no
sabe que es contra su vida,
Hasta que la saeta traspasa su
corazón.
7:24 Ahora pues, hijos, oídme,
Y estad atentos a
las razones de mi boca.
7:25 No se aparte tu corazón a sus
caminos;
No yerres en sus veredas.
7:26 Porque a muchos ha
hecho caer heridos,
Y aun los más fuertes han sido muertos por
ella.
7:27 Camino al Seol es su casa,
Que conduce a las
cámaras de la muerte.
NOTA: SI USTED DESEA RECIBIR EN SU CORREO LAS AUDIO LECTURAS REGISTRESE EN EL SIGUIENTE ENLACE http://www.ivoox.com/s_p2_44668_1.html
sábado, 30 de marzo de 2013
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