LECTURA PARA EL DIA 28 DE ENERO
Lucas
Capítulo 20
20:27 Llegando entonces
algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le
preguntaron,
20:28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de
alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con
ella, y levante descendencia a su hermano.
20:29 Hubo, pues, siete hermanos;
y el primero tomó esposa, y murió sin hijos.
20:30 Y la tomó el segundo, el
cual también murió sin hijos.
20:31 La tomó el tercero, y así todos los
siete, y murieron sin dejar descendencia.
20:32 Finalmente murió también la
mujer.
20:33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que
los siete la tuvieron por mujer?
20:34 Entonces respondiendo Jesús, les
dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en
casamiento;
20:35 mas los que fueren tenidos por
dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se
casan, ni se dan en casamiento.
20:36 Porque no
pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser
hijos de la resurrección.
20:37 Pero en cuanto a
que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza,
cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de
Jacob.
20:38 Porque Dios no es Dios de muertos,
sino de vivos, pues para él todos viven.
20:39 Respondiéndole algunos
de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.
20:40 Y no osaron
preguntarle nada más.
20:41 Entonces él les dijo: ¿Cómo
dicen que el Cristo es hijo de David?
20:42 Pues
el mismo David dice en el libro de los Salmos:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
20:43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus
pies.
20:44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo
entonces es su hijo?20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus
discípulos:
20:46 Guardaos de los escribas, que gustan
de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras
sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;
20:47
que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen
largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.
Génesis
Capítulo 37
37:1 Habitó Jacob en la tierra donde había morado
su padre, en la tierra de Canaán.
37:2 Esta es la historia de la familia de
Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus
hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa,
mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.
37:3
Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su
vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.
37:4 Y viendo sus hermanos
que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían
hablarle pacíficamente.
37:5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus
hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
37:6 Y él les dijo:
Oíd ahora este sueño que he soñado:
37:7 He aquí que atábamos manojos en
medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que
vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.
37:8 Le
respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre
nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus
palabras.
37:9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He
aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas
se inclinaban a mí.
37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre
le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y
tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
37:11 Y sus hermanos
le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.
37:12 Después fueron sus
hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem.
37:13 Y dijo Israel a
José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y
él respondió: Heme aquí.
37:14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están
tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del
valle de Hebrón, y llegó a Siquem.
37:15 Y lo halló un hombre, andando él
errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué
buscas?
37:16 José respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres
dónde están apacentando.
37:17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de
aquí; y yo les oí decir: Vamos a Dotán. Entonces José fue tras de sus hermanos,
y los halló en Dotán.
37:18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que
llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.
37:19 Y dijeron
el uno al otro: He aquí viene el soñador.
37:20 Ahora pues, venid, y
matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró;
y veremos qué será de sus sueños.
37:21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de
sus manos, y dijo: No lo matemos.
37:22 Y les dijo Rubén: No derraméis
sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en
él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.
37:23
Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su
túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí;
37:24 y le tomaron y le
echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella
agua.
37:25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí
una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas,
bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto.
37:26 Entonces Judá dijo a sus
hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su
muerte?
37:27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano
sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos
convinieron con él.
37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes,
sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los
ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
37:29
Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y rasgó sus
vestidos.
37:30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo,
¿adónde iré yo?
37:31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron
un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;
37:32 y
enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos
hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no.
37:33 Y él la
reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José
ha sido despedazado.
37:34 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio
sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.
37:35 Y se
levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso
recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo
lloró su padre.
37:36 Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar,
oficial de Faraón, capitán de la guardia.
Salmos
Capítulo 28
28:1 A ti clamaré, oh Jehová.
Roca
mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome
tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.
28:2 Oye la
voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu
santo templo.
28:3 No me arrebates juntamente con los
malos,
Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz
con sus prójimos,
Pero la maldad está en su corazón.
28:4
Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus
hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
28:5
Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de
sus manos,
El los derribará, y no los edificará.
28:6
Bendito sea Jehová,
Que oyó la voz de mis ruegos.
28:7
Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
En él confió mi corazón, y fui
ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón,
Y con mi cántico le
alabaré.
28:8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,
Y el
refugio salvador de su ungido.
28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu
heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre.
NOTA: SI USTED DESEA RECIBIR EN SU CORREO LAS AUDIO LECTURAS REGISTRESE EN EL SIGUIENTE ENLACE http://www.ivoox.com/s_p2_44668_1.html
martes, 29 de enero de 2013
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