LECTURA PARA EL DIA 29 DE NOVIEMBRE
Gálatas
Cap 3
3:21 ¿Luego la ley es contraria a
las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera
vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
3:22 Mas la
Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en
Jesucristo fuese dada a los creyentes.
3:23 Pero antes que viniese la fe,
estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser
revelada.
3:24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
3:25 Pero venida la
fe, ya no estamos bajo ayo,
3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús;
3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de
Cristo estáis revestidos.
3:28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús.
3:29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham
sois, y herederos s
Gálatas
Capítulo 04
4:1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada
difiere del esclavo, aunque es señor de todo;
4:2 sino que está bajo tutores
y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.
4:3 Así también nosotros,
cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del
mundo.
4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
4:5 para que redimiese a los que
estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
4:6 Y
por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo,
el cual clama: ¡Abba, Padre!
4:7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si
hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
4:8 Ciertamente, en otro
tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son
dioses;
4:9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por
Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los
cuales os queréis volver a esclavizar?
4:10 Guardáis los días, los meses,
los tiempos y los años.
4:11 Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano
con vosotros.
4:12 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo
también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho.
4:13 Pues
vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio
al principio;
4:14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que
tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a
Cristo Jesús.
4:15 ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais?
Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado
vuestros propios ojos para dármelos.
4:16 ¿Me he hecho, pues, vuestro
enemigo, por deciros la verdad?
4:17 Tienen celo por vosotros, pero no para
bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por
ellos.
4:18 Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando
estoy presente con vosotros.
4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir
dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
4:20 quisiera
estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto
a vosotros.egún la promesa.
Lamentaciones de Jeremías
Capítulo 01
1:1 ¡Cómo ha quedado sola la ciudad
populosa!
La grande entre las naciones se ha vuelto como
viuda,
La señora de provincias ha sido hecha tributaria.
1:2
Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus
mejillas.
No tiene quien la consuele de todos sus
amantes;
Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron
enemigos.
1:3 Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de
la dura servidumbre;
Ella habitó entre las naciones, y no halló
descanso;
Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las
estrechuras.
1:4 Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay
quien venga a las fiestas solemnes;
Todas sus puertas están asoladas,
sus sacerdotes gimen,
Sus vírgenes están afligidas, y ella tiene
amargura.
1:5 Sus enemigos han sido hechos príncipes, sus
aborrecedores fueron prosperados,
Porque Jehová la afligió por la
multitud de sus rebeliones;
Sus hijos fueron en cautividad delante
del enemigo.
1:6 Desapareció de la hija de Sion toda su
hermosura;
Sus príncipes fueron como ciervos que no hallan
pasto,
Y anduvieron sin fuerzas delante del perseguidor.
1:7
Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien la
ayudase,
Se acordó de los días de su aflicción, y de sus
rebeliones,
Y de todas las cosas agradables que tuvo desde los
tiempos antiguos.
La miraron los enemigos, y se burlaron de su
caída.
1:8 Pecado cometió Jerusalén, por lo cual ella ha sido
removida;
Todos los que la honraban la han menospreciado, porque
vieron su vergüenza;
Y ella suspira, y se vuelve atrás.
1:9
Su inmundicia está en sus faldas, y no se acordó de su fin;
Por
tanto, ella ha descendido sorprendentemente, y no tiene quien la
consuele.
Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha
engrandecido.
1:10 Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas
preciosas;
Ella ha visto entrar en su santuario a las
naciones
De las cuales mandaste que no entrasen en tu
congregación.
1:11 Todo su pueblo buscó su pan
suspirando;
Dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para
entretener la vida.
Mira, oh Jehová, y ve que estoy
abatida.
1:12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el
camino?
Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha
venido;
Porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente
furor.
1:13 Desde lo alto envió fuego que consume mis
huesos;
Ha extendido red a mis pies, me volvió atrás,
Me
dejó desolada, y con dolor todo el día.
1:14 El yugo de mis
rebeliones ha sido atado por su mano;
Ataduras han sido echadas sobre
mi cerviz; ha debilitado mis fuerzas;
Me ha entregado el Señor en
manos contra las cuales no podré levantarme.
1:15 El Señor ha hollado
a todos mis hombres fuertes en medio de mí;
Llamó contra mí compañía
para quebrantar a mis jóvenes;
Como lagar ha hollado el Señor a la
virgen hija de Judá.
1:16 Por esta causa lloro; mis ojos, mis ojos
fluyen aguas,
Porque se alejó de mí el consolador que dé reposo a mi
alma;
Mis hijos son destruidos, porque el enemigo
prevaleció.
1:17 Sion extendió sus manos; no tiene quien la
consuele;
Jehová dio mandamiento contra Jacob, que sus vecinos fuesen
sus enemigos;
Jerusalén fue objeto de abominación entre
ellos.
1:18 Jehová es justo; yo contra su palabra me
rebelé.
Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor;
Mis
vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio.
1:19 Di voces a
mis amantes, mas ellos me han engañado;
Mis sacerdotes y mis ancianos
en la ciudad perecieron,
Buscando comida para sí con que entretener
su vida.
1:20 Mira, oh Jehová, estoy atribulada, mis entrañas
hierven.
Mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me rebelé en
gran manera.
Por fuera hizo estragos la espada; por dentro señoreó la
muerte.
1:21 Oyeron que gemía, mas no hay consolador para
mí;
Todos mis enemigos han oído mi mal, se alegran de lo que tú
hiciste.
Harás venir el día que has anunciado, y serán como
yo.
1:22 Venga delante de ti toda su maldad,
Y haz con
ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones;
Porque muchos
son mis suspiros, y mi corazón está adolorido.
Lamentaciones
de Jeremías
Capítulo 02
2:1 ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la
hija de Sion!
Derribó del cielo a la tierra la hermosura de
Israel,
Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su
furor.
2:2 Destruyó el Señor, y no perdonó;
Destruyó en su
furor todas las tiendas de Jacob;
Echó por tierra las fortalezas de
la hija de Judá,
Humilló al reino y a sus príncipes.
2:3
Cortó con el ardor de su ira todo el poderío de Israel;
Retiró de
él su diestra frente al enemigo,
Y se encendió en Jacob como llama de
fuego que ha devorado alrededor.
2:4 Entesó su arco como enemigo,
afirmó su mano derecha como adversario,
Y destruyó cuanto era
hermoso.
En la tienda de la hija de Sion derramó como fuego su
enojo.
2:5 El Señor llegó a ser como enemigo, destruyó a
Israel;
Destruyó todos sus palacios, derribó sus
fortalezas,
Y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el
lamento.
2:6 Quitó su tienda como enramada de
huerto;
Destruyó el lugar en donde se congregaban;
Jehová
ha hecho olvidar las fiestas solemnes y los días de reposo en Sion,
Y
en el ardor de su ira ha desechado al rey y al sacerdote.
2:7 Desechó
el Señor su altar, menospreció su santuario;
Ha entregado en mano del
enemigo los muros de sus palacios;
Hicieron resonar su voz en la casa
de Jehová como en día de fiesta.
2:8 Jehová determinó destruir el
muro de la hija de Sion;
Extendió el cordel, no retrajo su mano de la
destrucción;
Hizo, pues, que se lamentara el antemuro y el muro;
fueron desolados juntamente.
2:9 Sus puertas fueron echadas por
tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos;
Su rey y sus príncipes
están entre las naciones donde no hay ley;
Sus profetas tampoco
hallaron visión de Jehová.
2:10 Se sentaron en tierra, callaron los
ancianos de la hija de Sion;
Echaron polvo sobre sus cabezas, se
ciñeron de cilicio;
Las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a
tierra.
2:11 Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis
entrañas,
Mi hígado se derramó por tierra a causa del quebrantamiento
de la hija de mi pueblo,
Cuando desfallecía el niño y el que mamaba,
en las plazas de la ciudad.
2:12 Decían a sus madres: ¿Dónde está el
trigo y el vino?
Desfallecían como heridos en las calles de la
ciudad,
Derramando sus almas en el regazo de sus madres.
2:13
¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de
Jerusalén?
¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de
Sion?
Porque grande como el mar es tu quebrantamiento; ¿quién te
sanará?
2:14 Tus profetas vieron para ti vanidad y
locura;
Y no descubrieron tu pecado para impedir tu
cautiverio,
Sino que te predicaron vanas profecías y
extravíos.
2:15 Todos los que pasaban por el camino batieron las
manos sobre ti;
Silbaron, y movieron despectivamente sus cabezas
sobre la hija de Jerusalén, diciendo:
¿Es esta la ciudad que decían
de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?
2:16 Todos tus
enemigos abrieron contra ti su boca;
Se burlaron, y crujieron los
dientes; dijeron: Devorémosla;
Ciertamente este es el día que
esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
2:17 Jehová ha hecho
lo que tenía determinado;
Ha cumplido su palabra, la cual él había
mandado desde tiempo antiguo.
Destruyó, y no perdonó;
Y ha
hecho que el enemigo se alegre sobre ti,
Y enalteció el poder de tus
adversarios.
2:18 El corazón de ellos clamaba al Señor;
Oh
hija de Sion, echa lágrimas cual arroyo día y noche;
No descanses, ni
cesen las niñas de tus ojos.
2:19 Levántate, da voces en la noche, al
comenzar las vigilias;
Derrama como agua tu corazón ante la presencia
del Señor;
Alza tus manos a él implorando la vida de tus
pequeñitos,
Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las
calles.
2:20 Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho
así.
¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los
pequeñitos a su tierno cuidado?
¿Han de ser muertos en el santuario
del Señor el sacerdote y el profeta?
2:21 Niños y viejos yacían por
tierra en las calles;
Mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a
espada;
Mataste en el día de tu furor; degollaste, no
perdonaste.
2:22 Has convocado de todas partes mis temores, como en
un día de solemnidad;
Y en el día del furor de Jehová no hubo quien
escapase ni quedase vivo;
Los que crié y mantuve, mi enemigo los
acabó
Salmos
Capítulo 145
145:1 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y
bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
145:2 Cada día te
bendeciré,
Y alabaré tu nombre eternamente y para
siempre.
145:3 Grande es Jehová, y digno de suprema
alabanza;
Y su grandeza es inescrutable.
145:4 Generación a
generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos
hechos.
145:5 En la hermosura de la gloria de tu
magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré.
145:6
Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
Y yo
publicaré tu grandeza.
145:7 Proclamarán la memoria de tu inmensa
bondad,
Y cantarán tu justicia.
145:8 Clemente y
misericordioso es Jehová,
Lento para la ira, y grande en
misericordia.
145:9 Bueno es Jehová para con todos,
Y sus
misericordias sobre todas sus obras.
145:10 Te alaben, oh Jehová,
todas tus obras,
Y tus santos te bendigan.
145:11 La gloria
de tu reino digan,
Y hablen de tu poder,
145:12 Para hacer
saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos,
Y la gloria de
la magnificencia de su reino.
145:13 Tu reino es reino de todos los
siglos,
Y tu señorío en todas las generaciones.
145:14
Sostiene Jehová a todos los que caen,
Y levanta a todos los
oprimidos.
145:15 Los ojos de todos esperan en ti,
Y tú les
das su comida a su tiempo.
145:16 Abres tu mano,
Y colmas de
bendición a todo ser viviente.
145:17 Justo es Jehová en todos sus
caminos,
Y misericordioso en todas sus obras.
145:18 Cercano
está Jehová a todos los que le invocan,
A todos los que le invocan de
veras.
145:19 Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá
asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
145:20 Jehová guarda a
todos los que le aman,
Mas destruirá a todos los impíos.
145:21
La alabanza de Jehová proclamará mi boca;
Y todos bendigan su santo
nombre eternamente y para siempre.
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