LECTURA PARA EL DIA 14 DE OCTUBRE
Apocalipsis Capítulo 14
14:1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba
en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían
el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
14:2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un
gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
14:3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro
seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino
aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la
tierra.
14:4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos
son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de
entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
14:5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del
trono de Dios.
14:6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu,
lengua y pueblo,
14:7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las
fuentes de las aguas.
14:8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran
ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su
fornicación.
14:9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la
bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro
en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los
santos ángeles y del Cordero;
14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen
reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie
que reciba la marca de su nombre.
14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos
de Dios y la fe de Jesús.
14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí
en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu,
descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
14:14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante
al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una
hoz aguda.
14:15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado
sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la
mies de la tierra está madura.
14:16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la
tierra fue segada.
14:17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una
hoz aguda.
14:18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó
a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia
los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras.
14:19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra,
y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.
14:20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta
los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.
Ester Capítulo 05
5:1 Aconteció que al tercer día se
vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa
del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su
trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento.
5:2 Y cuando vio a la reina Ester que estaba en el patio, ella obtuvo
gracia ante sus ojos; y el rey extendió a Ester el cetro de oro que
tenía en la mano. Entonces vino Ester y tocó la punta del cetro.
5:3 Dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
5:4 Y Ester dijo: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.
5:5 Respondió el rey: Daos prisa, llamad a Amán, para hacer lo que Ester
ha dicho. Vino, pues, el rey con Amán al banquete que Ester dispuso.
5:6 Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es
tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la
mitad del reino, te será concedida.
5:7 Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi demanda es esta:
5:8 Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey
otorgar mi petición y conceder mi demanda, que venga el rey con Amán a
otro banquete que les prepararé; y mañana haré conforme a lo que el rey
ha mandado.
5:9 Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando vio
a Mardoqueo a la puerta del palacio del rey, que no se levantaba ni se
movía de su lugar, se llenó de ira contra Mardoqueo.
5:10 Pero se refrenó Amán y vino a su casa, y mandó llamar a sus amigos y a Zeres su mujer,
5:11 y les refirió Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus
hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido, y con que
le había honrado sobre los príncipes y siervos del rey.
5:12 Y añadió Amán: También la reina Ester a ninguno hizo venir con el
rey al banquete que ella dispuso, sino a mí; y también para mañana estoy
convidado por ella con el rey.
5:13 Pero todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
5:14 Y le dijo Zeres su mujer y todos sus amigos: Hagan una horca de
cincuenta codos de altura, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo
en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y agradó esto a los ojos
de Amán, e hizo preparar la horca.
Ester Capítulo 06
6:1 Aquella misma noche se le fue el
sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y
crónicas, y que las leyeran en su presencia.
6:2 Entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot
de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta,
que habían procurado poner mano en el rey Asuero.
6:3 Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por
esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha
hecho con él.
6:4 Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido
al patio exterior de la casa real, para hablarle al rey para que hiciese
colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
6:5 Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre.
6:6 Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya
honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey
honrar más que a mí?
6:7 Y respondió Amán al rey: Para el varón cuya honra desea el rey,
6:8 traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que
el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza;
6:9 y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más
nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y
llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de
él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
6:10 Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el
caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se
sienta a la puerta real; no omitas nada de todo lo que has dicho.
6:11 Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo
condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de
él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
6:12 Después de esto Mardoqueo volvió a la puerta real, y Amán se dio
prisa para irse a su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza.
6:13 Contó luego Amán a Zeres su mujer y a todos sus amigos, todo lo que
le había acontecido. Entonces le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer:
Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo delante de quien
has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante
de él.
Salmos Capítulo 106
106:27
Y humillar su pueblo entre las naciones,
Y esparcirlos por las tierras.
106:28
Se unieron asimismo a Baal-peor,
Y comieron los sacrificios de los muertos.
106:29
Provocaron la ira de Dios con sus obras,
Y se desarrolló la mortandad entre ellos.
106:30
Entonces se levantó Finees e hizo juicio,
Y se detuvo la plaga;
106:31
Y le fue contado por justicia
De generación en generación para siempre.
106:32
También le irritaron en las aguas de Meriba;
Y le fue mal a Moisés por causa de ellos,
106:33
Porque hicieron rebelar a su espíritu,
Y habló precipitadamente con sus labios.
106:34
No destruyeron a los pueblos
Que Jehová les dijo;
106:35
Antes se mezclaron con las naciones,
Y aprendieron sus obras,
106:36
Y sirvieron a sus ídolos,
Los cuales fueron causa de su ruina.
106:37
Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,
106:38
Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,
Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán,
Y la tierra fue contaminada con sangre.
106:39
Se contaminaron así con sus obras,
Y se prostituyeron con sus hechos.
106:40
Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo,
Y abominó su heredad;
106:41
Los entregó en poder de las naciones,
Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían.
106:42
Sus enemigos los oprimieron,
Y fueron quebrantados debajo de su mano.
106:43
Muchas veces los libró;
Mas ellos se rebelaron contra su consejo,
Y fueron humillados por su maldad.
106:44
Con todo, él miraba cuando estaban en angustia,
Y oía su clamor;
106:45
Y se acordaba de su pacto con ellos,
Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.
106:46
Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían
cautivos.
106:47
Sálvanos, Jehová Dios nuestro,
Y recógenos de entre las naciones,
Para que alabemos tu santo nombre,
Para que nos gloriemos en tus alabanzas.
106:48
Bendito Jehová Dios de Israel,
Desde la eternidad y hasta la eternidad;
Y diga todo el pueblo, Amén.
Aleluya.
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