miércoles, 5 de septiembre de 2012

Jn 11. 1-27, 2 Cr 10, Sal 75

Juan
Capítulo 11
11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
11:2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)
11:3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 
11:5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
11:6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
11:7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 
11:8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
11:9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 
11:10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.
11:12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
11:13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
11:15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. 
11:16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
11:18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
11:19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.
11:20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.
11:21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.
11:22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
11:23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 
11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 
11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.


2da. de Crónicas  Capítulo 10

10:1 Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había reunido todo Israel para hacerlo rey.
10:2 Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, adonde había huído a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
10:3 Y enviaron y le llamaron. Vino, pues, Jeroboam, y todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:
10:4 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre, y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.
10:5 Y él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue .
10:6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos, que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
10:7 Y ellos le contestaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre.
10:8 Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio;
10:9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?
10:10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo, Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga: Así les dirás: Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre.
10:11 Así que, si mi padre os cargó de grave yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.
10:12 Vino pues Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según el rey les había mandado deciendo: Volved a mí de aquí a tres días.
10:13 Y les respondió el rey ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los ancianos,
10:14 Y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, mas yo con escorpiones.
10:15 Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para que Jehová cumpliera la palabra que había hablado por Ahías silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.
10:16 Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas.
10:17 Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.
10:18 Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén .
10:19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.



Los Salmos Capítulo 75

75:1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.
75:2 Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.
75:3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah
75:4 Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;
75:5 No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.
75:6 Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.
75:7 Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.
75:8 Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.
75:9 Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
75:10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.

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