El Salmo 91 es uno de los pasajes más conocidos de la Biblia por su mensaje de protección, seguridad y confianza en Dios. Este salmo presenta la promesa de Dios de cuidar y proteger a aquellos que buscan refugio en Él. A continuación, se explica cada sección de este hermoso texto:
Versículos 1-2: Confianza en Dios
"El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré."
Estos versículos destacan que la seguridad y protección vienen de una relación cercana con Dios. "Habitar al abrigo del Altísimo" implica buscar constantemente Su presencia y depender de Su poder. Dios es presentado como un refugio seguro y fortaleza en quien se puede confiar plenamente.
Versículos 3-4: Protección divina
"Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad."
Aquí se describe cómo Dios protege de los peligros ocultos ("lazo del cazador") y de las calamidades visibles ("peste destructora"). La imagen de estar bajo Sus alas refleja cuidado, amor y seguridad, como la protección que da una madre a sus polluelos. Su verdad (Su palabra) es como un escudo que nos guarda.
Versículos 5-8: Ausencia de temor
"No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos."
Dios promete que quienes confían en Él no tienen por qué temer, ni de día ni de noche, ni a las enfermedades ni a los ataques. Incluso en medio del peligro, los que permanecen bajo Su protección están seguros, y verán cómo los malvados reciben su castigo.
Versículos 9-13: Promesa de protección sobrenatural
"Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón."
Estos versículos confirman que la protección divina no solo incluye seguridad física, sino también espiritual. Los ángeles son enviados por Dios para cuidar a Sus hijos en todo momento. Las imágenes del león, el áspid y el dragón simbolizan fuerzas del mal o peligros que serán vencidos gracias a la ayuda divina.
Versículos 14-16: La respuesta de Dios al amor y la obediencia
"Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación."
Dios promete liberación y exaltación a aquellos que lo aman y conocen Su nombre. Cuando Sus hijos claman a Él, responde, permanece con ellos en las dificultades y los llena de Su salvación. Este pasaje concluye con la garantía de una vida plena y la seguridad de Su salvación eterna.
Aplicación práctica
El Salmo 91 nos invita a confiar plenamente en Dios, a permanecer en Su presencia y a recordar que Su protección es suficiente en cualquier circunstancia. No significa que nunca enfrentaremos problemas, pero sí que Dios estará con nosotros en todo momento y nos dará Su paz y fortaleza.