miércoles, 11 de septiembre de 2024

EL MENSAJE DE HOY:💥PABLO EXHORTA A LOS HERMANOS💥👇

1 Tesalonicenses 5 12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13 y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. 14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. 15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal. 23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 💥LA REFLEXION QUE NOS DEJA ESTE PASAJE💥👇 El pasaje de 1 Tesalonicenses 5:12-24 nos deja un mensaje de gran profundidad y relevancia para la vida cristiana. A través de estas palabras, el apóstol Pablo nos enseña principios fundamentales sobre cómo vivir en comunidad, cómo relacionarnos con los demás y cómo mantener una vida espiritual saludable. Reconocimiento y respeto a los líderes espirituales (vv. 12-13): Se nos insta a reconocer y valorar a aquellos que sirven y guían espiritualmente. Esto fomenta un ambiente de respeto y paz dentro de la comunidad de fe. Apoyo mutuo y paciencia (vv. 14-15): Pablo nos exhorta a amonestar a los ociosos, alentar a los desanimados, sostener a los débiles y ser pacientes con todos. Este llamado a la empatía y el apoyo mutuo es esencial para fortalecer a los miembros de la iglesia. También resalta la importancia de no pagar mal por mal, sino buscar siempre el bien de los demás, promoviendo la paz y la reconciliación. Alegría, oración y gratitud constante (vv. 16-18): Estas son claves para una vida en comunión con Dios. El gozo en medio de las circunstancias, la oración continua y el agradecimiento en todo son actitudes que nos alinean con la voluntad de Dios y nos fortalecen espiritualmente. No apagar el Espíritu y valorar las profecías (vv. 19-20): Se nos invita a estar atentos a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas, permitiendo que Él nos guíe y transforme. También se nos exhorta a no menospreciar las palabras proféticas, sino a recibirlas con discernimiento. Discernimiento y santidad (vv. 21-22): Pablo nos llama a examinar todo y retener lo bueno, es decir, a ejercer discernimiento en nuestras decisiones y pensamientos. A la vez, nos anima a abstenernos de toda clase de mal, viviendo una vida de santidad. Confianza en la fidelidad de Dios (vv. 23-24): Finalmente, se nos recuerda que es Dios mismo quien nos santifica por completo y nos guarda para la venida de Cristo. Él es fiel, y lo que ha comenzado en nosotros, lo llevará a cabo. Este pasaje nos invita a una vida cristiana activa, tanto en nuestra relación con los demás como en nuestra relación con Dios. Nos motiva a vivir con alegría, gratitud y oración, mientras buscamos el bien común y confiamos en la fidelidad de Dios para completarnos y santificarnos.

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