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lunes, 9 de octubre de 2023
Cuando estamos deprimidos
domingo, 8 de octubre de 2023
Estamos tristes o desanimados
Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando...
Estamos tristes o desanimados:
- Salmos 20
- Salmos 23
- Salmos 42
- Salmos 43
- Salmos 46
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- Salmos 20
20:1 Jehová te oiga en el día de conflicto;
El nombre del Dios de Jacob te defienda.
20:2 Te envíe ayuda desde el santuario,
Y desde Sion te sostenga.
20:3 Haga memoria de todas tus ofrendas,
Y acepte tu holocausto. Selah
20:4 Te dé conforme al deseo de tu corazón,
Y cumpla todo tu consejo.
20:5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación,
Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios;
Conceda Jehová todas tus peticiones.
20:6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;
Lo oirá desde sus santos cielos
Con la potencia salvadora de su diestra.
20:7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
20:8 Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
20:9 Salva, Jehová;
Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
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- Salmos 23
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
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- Salmos 42
42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
42:2 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
42:3 Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche,
Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
42:4 Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí;
De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios,
Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta.
42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
42:6 Dios mío, mi alma está abatida en mí;
Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán,
Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
42:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
42:8 Pero de día mandará Jehová su misericordia,
Y de noche su cántico estará conmigo,
Y mi oración al Dios de mi vida.
42:9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
42:10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan,
Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
42:11 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
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- Salmos 43
43:1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;
Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
43:2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
43:3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.
43:4 Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi gozo;
Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
43:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.
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- Salmos 46
46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
46:2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
46:3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
46:4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.
46:5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
46:6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.
46:7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
46:8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.
46:9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.
46:10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
46:11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
sábado, 7 de octubre de 2023
En los negocios o el trabajo nos esté yendo mal
jueves, 5 de octubre de 2023
Queremos ser y tener buenos amigos:
Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando...
Queremos ser y tener buenos amigos:
- Romanos 12
- Filipenses 2:3-4
- Juan 15:13-17
- Proverbios 18:24
- Proverbios 17:17
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- Romanos 12
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
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- Filipenses 2:3-4
2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
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- Juan 15:13-17
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
15:17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
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- Proverbios 18:24
18:24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
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- Proverbios 17:17
17:17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
sábado, 16 de septiembre de 2023
¿Que leer en la Biblia si estás enfermo?
viernes, 15 de septiembre de 2023
¿ESTAS ENOJADO?
¿QUE LEER EN LA BIBLIA?
Mateo 18:15-35, Efesios 4:17-32, Santiago 4, Santiago 1:19
Mateo 18:15-35
18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
18:35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
Efesios 4:17-32
4:17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
4:18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
4:19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
4:20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,
4:21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
4:27 ni deis lugar al diablo.
4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Santiago 4
4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
4:5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
4:9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
4:10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
4:11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.
4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Santiago 1:19
1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
jueves, 14 de septiembre de 2023
ESTA ANGUSTIADO O ANSIOSO
Que leer en la Biblia?
Juan 14
Romanos 8
1ª Pedro 5:7
Salmos 34:19
Juan 14
14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios,
creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis.
14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo, pues, podemos saber el camino?
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis
visto.
14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y
nos basta.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy
con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que
me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues,
dices tú: Muéstranos el Padre?
14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre
en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo
por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora
en mí, él hace las obras.
14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre
en mí; de otra manera, creedme por las mismas
obras.
14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree,
las obras que yo hago, él las hará también; y aun
mayores hará, porque yo voy al Padre.
14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi
nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo.
14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para
siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero
vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más;
pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros
también viviréis.
14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo
estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en
vosotros.
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda,
ése es el que me ama; y el que me ama, será amado
por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
14:22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo
es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?
14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi
palabra guardará; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él.
14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y
la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre
que me envió.
14:25 Os he dicho estas cosas estando con
vosotros.
14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien
el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará
todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho.
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón,
ni tenga miedo.
14:28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo
a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado,
porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre
mayor es que yo.
14:29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para
que cuando suceda, creáis.
14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque
viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en
mí.
14:31 Mas para que el mundo conozca que amo al
Padre, y como el Padre me mandó, así hago.
Levantaos, vamos de aquí.
Romanos 8
8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por
cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en
nosotros, que no andamos conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las
cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en
las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero
el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:7 Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la
ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden
agradar a Dios.
8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según
el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,
no es de él.
8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en
verdad está muerto a causa del pecado, mas el
espíritu vive a causa de la justicia.
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los
muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó
de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora
en vosotros.
8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la
carne, para que vivamos conforme a la carne;
8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis;
mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis.
8:14 Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor, sino que
habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.
8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de
Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados.
8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria
venidera que en nosotros ha de manifestarse.
8:19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el
aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
8:20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no
por su propia voluntad, sino por causa del que la
sujetó en esperanza;
8:21 porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios.
8:22 Porque sabemos que toda la creación gime a
una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
8:23 y no sólo ella, sino que también nosotros
mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,
nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de
nuestro cuerpo.
8:24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo
que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
8:25 Pero si esperamos lo que no vemos, con
paciencia lo aguardamos.
8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en
nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles.
8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál
es la intención del Espíritu, porque conforme a la
voluntad de Dios intercede por los santos.
8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados.
8:29 Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos.
8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó;
y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los
que justificó, a éstos también glorificó.
8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por
nosotros, ¿quién contra nosotros?
8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que
lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará
también con él todas las cosas?
8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios
es el que justifica.
8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que
murió; más aun, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,
ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es
en Cristo Jesús Señor nuestro.
1ª Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él
tiene cuidado de vosotros.
Salmos 34:19
Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
miércoles, 13 de septiembre de 2023
-
La parábola del mayordomo infiel en Lucas 16:1-15 ofrece una profunda enseñanza sobre la fidelidad, la administración de los recursos materi...