sábado, 7 de octubre de 2023

En los negocios o el trabajo nos esté yendo mal

Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando...

En los negocios o el trabajo nos esté yendo mal:

Salmos 37
Salmos 91
Eclesiastés 5

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Salmos 37
37:1 No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
37:2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
37:3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
37:4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
37:5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
37:6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
37:8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
37:9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
37:10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
37:11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
37:12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;
37:13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
37:14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.
37:15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
37:16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
37:18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.
37:19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.
37:20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.
37:21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
37:22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.
37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
37:24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
37:25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
37:26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.
37:27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
37:28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.
37:29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
37:30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
37:31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.
37:32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
37:33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
37:34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
37:35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.
37:36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37:37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
37:38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.
37:39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
37:40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.

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Salmos 91
91:1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
91:3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
91:4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
91:5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
91:6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
91:7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
91:9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
91:10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
91:12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
91:13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
91:15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
91:16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.

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Eclesiastés 5
5:1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. 
5:2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 
5:3 Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio. 
5:4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5:5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 
5:6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos? 
5:7 Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios. 
5:8 Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos. 
5:9 Además, el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos. 
5:10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. 
5:11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 
5:12 Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia. 
5:13 Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal; 
5:14 las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano. 
5:15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. 
5:16 Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano? 
5:17 Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria. 
5:18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte. 
5:19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. 
5:20 Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

jueves, 5 de octubre de 2023

Queremos ser y tener buenos amigos:

 Lo que la Palabra de Dios nos dice cuando...

Queremos ser y tener buenos amigos:

- Romanos 12

- Filipenses 2:3-4

- Juan 15:13-17

- Proverbios 18:24

- Proverbios 17:17

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- Romanos 12

12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 

12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 

12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. 

12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 

12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. 

12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 

12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 

12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 

12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 

12:10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 

12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; 

12:12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; 

12:13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 

12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 

12:15 Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

12:16 Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.

12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 

12:18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. 

12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.

12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 

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- Filipenses 2:3-4

2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 

2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 

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- Juan 15:13-17

15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 

15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 

15:15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 

15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 

15:17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.

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- Proverbios 18:24

18:24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; 

Y amigo hay más unido que un hermano.

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- Proverbios 17:17

17:17 En todo tiempo ama el amigo, 

Y es como un hermano en tiempo de angustia.

sábado, 16 de septiembre de 2023

¿Que leer en la Biblia si estás enfermo?





- 1ª Pedro 2:24
- Isaías 53:4-5
- Salmos 41
- Salmos 91


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- 1ª Pedro 2:24

2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.


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- Isaías 53:4-5

53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 
53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.


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- Salmos 41

41:1 Bienaventurado el que piensa en el pobre;
En el día malo lo librará Jehová.
41:2 Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
41:3 Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su enfermedad.
41:4 Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
41:5 Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando:
¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
41:6 Y si vienen a verme, hablan mentira;
Su corazón recoge para sí iniquidad,
Y al salir fuera la divulgan.
41:7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
Contra mí piensan mal, diciendo de mí:
41:8 Cosa pestilencial se ha apoderado de él;
Y el que cayó en cama no volverá a levantarse.
41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar.
41:10 Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar,
Y les daré el pago.
41:11 En esto conoceré que te he agradado,
Que mi enemigo no se huelgue de mí.
41:12 En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado,
Y me has hecho estar delante de ti para siempre.
41:13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
Por los siglos de los siglos.
Amén y Amén.



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- Salmos 91

91:1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
91:3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
91:4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
91:5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
91:6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
91:7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
91:9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
91:10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
91:12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
91:13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
91:15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
91:16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.

viernes, 15 de septiembre de 2023

¿ESTAS ENOJADO?


¿QUE LEER EN LA BIBLIA?


Mateo 18:15-35, Efesios 4:17-32, Santiago 4, Santiago 1:19


 Mateo 18:15-35


18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

18:16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.

18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?

18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.

18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.

18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.

18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.

18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.

18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.

18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.

18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?

18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 

18:35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.


Efesios 4:17-32


4:17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 

4:18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 

4:19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

4:20 Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 

4:21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.

4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 

4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 

4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 

4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 

4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 

4:27 ni deis lugar al diablo. 

4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 

4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 

4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 

4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 

4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.


Santiago 4


4:1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 

4:2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 

4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 

4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 

4:5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 

4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 

4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 

4:9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 

4:10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

4:11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. 

4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; 

4:14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 

4:15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. 

4:16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 

4:17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.


Santiago 1:19

1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;

jueves, 14 de septiembre de 2023

ESTA ANGUSTIADO O ANSIOSO

 

Que leer en la Biblia? 

 Juan 14

 Romanos 8

 1ª Pedro 5:7

 Salmos 34:19 


Juan 14

14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, 

creed también en mí. 

14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; 

si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a

preparar lugar para vosotros.  

14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra

vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo

estoy, vosotros también estéis.  

14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 

14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; 

¿cómo, pues, podemos saber el camino? 

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la 

vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 

14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre 

conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis

visto.  

14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y

nos basta.  

14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy

con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que

me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues,

dices tú: Muéstranos el Padre?  

14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre

en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo

por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora

en mí, él hace las obras.  

14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre

en mí; de otra manera, creedme por las mismas

obras.  

14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree,

las obras que yo hago, él las hará también; y aun

mayores hará, porque yo voy al Padre.  

14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi

nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado

en el Hijo.  

14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. 

14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro 

Consolador, para que esté con vosotros para

siempre:  

14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no

puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero

vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y

estará en vosotros.  

14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.  

14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más;

pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros

también viviréis.  

14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo

estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en

vosotros.  

14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda,

ése es el que me ama; y el que me ama, será amado

por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.  

14:22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo

es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?  

14:23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi

palabra guardará; y mi Padre le amará, y

vendremos a él, y haremos morada con él.  

14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y

la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre

que me envió.  

14:25 Os he dicho estas cosas estando con

vosotros.  

14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien

el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará

todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he

dicho.  

14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy

como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón,

ni tenga miedo.  

14:28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo

a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado,

porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre

mayor es que yo.  

14:29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para

que cuando suceda, creáis.  

14:30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque

viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en

mí.  

14:31 Mas para que el mundo conozca que amo al

Padre, y como el Padre me mandó, así hago.

Levantaos, vamos de aquí. 


 Romanos 8


8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los 

que están en Cristo Jesús, los que no andan

conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  

8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús

me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.  

8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por

cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su

Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del

pecado, condenó al pecado en la carne;  

8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en

nosotros, que no andamos conforme a la carne,

sino conforme al Espíritu.  

8:5 Porque los que son de la carne piensan en las

cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en

las cosas del Espíritu.  

8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero

el ocuparse del Espíritu es vida y paz.  

8:7 Por cuanto los designios de la carne son

enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la

ley de Dios, ni tampoco pueden;  

8:8 y los que viven según la carne no pueden

agradar a Dios.  

8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según

el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en

vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo,

no es de él.  

8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en

verdad está muerto a causa del pecado, mas el

espíritu vive a causa de la justicia.  

8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los

muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó

de los muertos a Cristo Jesús vivificará también

vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora

en vosotros.  

8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la

carne, para que vivamos conforme a la carne;  

8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis;

mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la

carne, viviréis. 

8:14 Porque todos los que son guiados por el

Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.  

8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de

esclavitud para estar otra vez en temor, sino que

habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual

clamamos: ¡Abba, Padre!  

8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro

espíritu, de que somos hijos de Dios.  

8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de

Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos

juntamente con él, para que juntamente con él

seamos glorificados.  

8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del

tiempo presente no son comparables con la gloria

venidera que en nosotros ha de manifestarse.  

8:19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el

aguardar la manifestación de los hijos de Dios.  

8:20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no

por su propia voluntad, sino por causa del que la

sujetó en esperanza;  

8:21 porque también la creación misma será

libertada de la esclavitud de corrupción, a la

libertad gloriosa de los hijos de Dios.  

8:22 Porque sabemos que toda la creación gime a

una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;  

8:23 y no sólo ella, sino que también nosotros

mismos, que tenemos las primicias del Espíritu,

nosotros también gemimos dentro de nosotros

mismos, esperando la adopción, la redención de

nuestro cuerpo.  

8:24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la

esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo

que alguno ve, ¿a qué esperarlo?  

8:25 Pero si esperamos lo que no vemos, con

paciencia lo aguardamos.  

8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en

nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como

conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo

intercede por nosotros con gemidos indecibles.  

8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál

es la intención del Espíritu, porque conforme a la

voluntad de Dios intercede por los santos. 

8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas

las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que

conforme a su propósito son llamados.  

8:29 Porque a los que antes conoció, también los

predestinó para que fuesen hechos conformes a la

imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito

entre muchos hermanos.  

8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó;

y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los

que justificó, a éstos también glorificó.  

8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por

nosotros, ¿quién contra nosotros?  

8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que

lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará

también con él todas las cosas?  

8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios

es el que justifica.  

8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que

murió; más aun, el que también resucitó, el que

además está a la diestra de Dios, el que también

intercede por nosotros. 

8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo?

¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,

o desnudez, o peligro, o espada?  

8:36 Como está escrito: 

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; 

Somos contados como ovejas de matadero.

8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que 

vencedores por medio de aquel que nos amó. 

8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, 

ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades,

ni lo presente, ni lo por venir,  

8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa

creada nos podrá separar del amor de Dios, que es

en Cristo Jesús Señor nuestro. 



1ª Pedro 5:7

echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él 

tiene cuidado de vosotros. 


Salmos 34:19


Muchas son las aflicciones del justo,

Pero de todas ellas le librará Jehová

lunes, 14 de agosto de 2023

AUDIO LECTURA 13 DE AGOSTO

LECTURA 13 DE AGOSTO

 

Juan

Capítulo 01

1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 
1:2 Este era en el principio con Dios. 
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 
1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 
1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 
1:8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 
1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 
1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 
1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 
1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 
1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 
1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 
1:15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 
1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 
1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 
1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

1ra. de Crónicas

Capítulo 05

5:1 Los hijos de Rubén primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel, y no fue contado por primogénito; 
5:2 bien que Judá llegó a ser el mayor sobre sus hermanos, y el príncipe de ellos; mas el derecho de primogenitura fue de José); 
5:3 fueron, pues, los hijos de Rubén primogénito de Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi. 
5:4 Los hijos de Joel: Semaías su hijo, Gog su hijo, Simei su hijo, 
5:5 Micaía su hijo, Reaía su hijo, Baal su hijo, 
5:6 Beera su hijo, el cual fue transportado por Tiglat-pileser rey de los asirios. Este era principal de los rubenitas. 
5:7 Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes a Jeiel y a Zacarías. 
5:8 Y Bela hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel, habitó en Aroer hasta Nebo y Baal-meón. 
5:9 Habitó también desde el oriente hasta la entrada del desierto, desde el río Eufrates; porque tenía mucho ganado en la tierra de Galaad. 
5:10 Y en los días de Saúl hicieron guerra contra los agarenos, los cuales cayeron en su mano; y ellos habitaron en sus tiendas en toda la región oriental de Galaad. 
5:11 Y los hijos de Gad habitaron enfrente de ellos en la tierra de Basán hasta Salca. 
5:12 Joel fue el principal en Basán; el segundo Safán, luego Jaanai, después Safat. 
5:13 Y sus hermanos, según las familias de sus padres, fueron Micael, Mesulam, Seba, Jorai, Jacán, Zía y Heber; por todos siete. 
5:14 Estos fueron los hijos de Abihail hijo de Huri, hijo de Jaroa, hijo de Galaad, hijo de Micael, hijo de Jesisai, hijo de Jahdo, hijo de Buz. 
5:15 También Ahí hijo de Abdiel, hijo de Guni, fue principal en la casa de sus padres. 
5:16 Y habitaron en Galaad, en Basán y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos. 
5:17 Todos éstos fueron contados por sus generaciones en días de Jotam rey de Judá y en días de Jeroboam rey de Israel. 
5:18 Los hijos de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en la guerra, eran cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a batalla. 
5:19 Estos tuvieron guerra contra los agarenos, y Jetur, Nafis y Nodab. 
5:20 Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban se rindieron en sus manos; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él. 
5:21 Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, doscientas cincuenta mil ovejas y dos mil asnos; y cien mil personas. 
5:22 Y cayeron muchos muertos, porque la guerra era de Dios; y habitaron en sus lugares hasta el cautiverio. 
5:23 Los hijos de la media tribu de Manasés, multiplicados en gran manera, habitaron en la tierra desde Basán hasta Baal- hermón y Senir y el monte de Hermón. 
5:24 Y estos fueron los jefes de las casas de sus padres: Efer, Isi, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Jahdiel, hombres valientes y esforzados, varones de nombre y jefes de las casas de sus padres. 
5:25 Pero se rebelaron contra el Dios de sus padres, y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Jehová había quitado de delante de ellos; 
5:26 por lo cual el Dios de Israel excitó el espíritu de Pul rey de los asirios, y el espíritu de Tiglat-pileser rey de los asirios, el cual transportó a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, y los llevó a Halah, a Habor, a Hara y al río Gozán, hasta hoy.

1ra. de Crónicas

Capítulo 06

6:1 Los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari. 
6:2 Los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. 
6:3 Los hijos de Amram: Aarón, Moisés y María. Los hijos de Aarón: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 
6:4 Eleazar engendró a Finees, Finees engendró a Abisúa, 
6:5 Abisúa engendró a Buqui, Buqui engendró a Uzi, 
6:6 Uzi engendró a Zeraías, Zeraías engendró a Meraiot, 
6:7 Meraiot engendró a Amarías, Amarías engendró a Ahitob, 
6:8 Ahitob engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Ahimaas, 
6:9 Ahimaas engendró a Azarías, Azarías engendró a Johanán, 
6:10 y Johanán engendró a Azarías, el que tuvo el sacerdocio en la casa que Salomón edificó en Jerusalén. 
6:11 Azarías engendró a Amarías, Amarías engendró a Ahitob, 
6:12 Ahitob engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Salum, 
6:13 Salum engendró a Hilcías, Hilcías engendró a Azarías, 
6:14 Azarías engendró a Seraías, y Seraías engendró a Josadac, 
6:15 y Josadac fue llevado cautivo cuando Jehová transportó a Judá y a Jerusalén por mano de Nabucodonosor. 
6:16 Los hijos de Leví: Gersón, Coat y Merari. 
6:17 Y estos son los nombres de los hijos de Gersón: Libni y Simei. 
6:18 Los hijos de Coat: Amram, Izhar, Hebrón y Uziel. 
6:19 Los hijos de Merari: Mahli y Musi. Estas son las familias de Leví, según sus descendencias.
6:20 Gersón: Libni su hijo, Jahat su hijo, Zima su hijo, 
6:21 Joa su hijo, Iddo su hijo, Zera su hijo, Jeatrai su hijo. 
6:22 Los hijos de Coat: Aminadab su hijo, Coré su hijo, Asir su hijo, 
6:23 Elcana su hijo, Ebiasaf su hijo, Asir su hijo, 
6:24 Tahat su hijo, Uriel su hijo, Uzías su hijo, y Saúl su hijo. 
6:25 Los hijos de Elcana: Amasai y Ahimot; 
6:26 Elcana su hijo, Zofai su hijo, Nahat su hijo. 
6:27 Eliab su hijo, Jeroham su hijo, Elcana su hijo. 
6:28 Los hijos de Samuel: el primogénito Vasni, y Abías. 
6:29 Los hijos de Merari: Mahli, Libni su hijo, Simei su hijo, Uza su hijo, 
6:30 Simea su hijo, Haguía su hijo, Asaías su hijo. 
6:31 Estos son los que David puso sobre el servicio de canto en la casa de Jehová, después que el arca tuvo reposo, 
6:32 los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo de reunión en el canto, hasta que Salomón edificó la casa de Jehová en Jerusalén; después estuvieron en su ministerio según su costumbre. 
6:33 Estos, pues, con sus hijos, ayudaban: de los hijos de Coat, el cantor Hemán hijo de Joel, hijo de Samuel, 
6:34 hijo de Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliel, hijo de Toa,
6:35 hijo de Zuf, hijo de Elcana, hijo de Mahat, hijo de Amasai, 
6:36 hijo de Elcana, hijo de Joel, hijo de Azarías, hijo de Sofonías, 
6:37 hijo de Tahat, hijo de Asir, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, 
6:38 hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, hijo de Israel; 
6:39 y su hermano Asaf, el cual estaba a su mano derecha; Asaf, hijo de Berequías, hijo de Simea, 
6:40 hijo de Micael, hijo de Baasías, hijo de Malquías, 
6:41 hijo de Etni, hijo de Zera, hijo de Adaía, 
6:42 hijo de Etán, hijo de Zima, hijo de Simei, 
6:43 hijo de Jahat, hijo de Gersón, hijo de Leví. 
6:44 Pero a la mano izquierda estaban sus hermanos los hijos de Merari, esto es, Etán hijo de Quisi, hijo de Abdi, hijo de Maluc, 
6:45 hijo de Hasabías, hijo de Amasías, hijo de Hilcías, 
6:46 hijo de Amsi, hijo de Bani, hijo de Semer, 
6:47 hijo de Mahli, hijo de Musi, hijo de Merari, hijo de Leví. 
6:48 Y sus hermanos los levitas fueron puestos sobre todo el ministerio del tabernáculo de la casa de Dios. 
6:49 Mas Aarón y sus hijos ofrecían sacrificios sobre el altar del holocausto, y sobre el altar del perfume quemaban incienso, y ministraban en toda la obra del lugar santísimo, y hacían las expiaciones por Israel conforme a todo lo que Moisés siervo de Dios había mandado. 
6:50 Los hijos de Aarón son estos: Eleazar su hijo, Finees su hijo, Abisúa su hijo, 
6:51 Buqui su hijo, Uzi su hijo, Zeraías su hijo, 
6:52 Meraiot su hijo, Amarías su hijo, Ahitob su hijo, 
6:53 Sadoc su hijo, Ahimaas su hijo. 
6:54 Estas son sus habitaciones, conforme a sus domicilios y sus términos, las de los hijos de Aarón por las familias de los coatitas, porque a ellos les tocó en suerte. 
6:55 Les dieron, pues, Hebrón en tierra de Judá, y sus ejidos alrededor de ella. 
6:56 Pero el territorio de la ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb, hijo de Jefone. 
6:57 De Judá dieron a los hijos de Aarón la ciudad de refugio, esto es, Hebrón; además, Libna con sus ejidos, Jatir, Estemoa con sus ejidos, 
6:58 Hilén con sus ejidos, Debir con sus ejidos, 
6:59 Asán con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos. 
6:60 Y de la tribu de Benjamín, Geba con sus ejidos, Alemet con sus ejidos y Anatot con sus ejidos. Todas sus ciudades fueron trece ciudades, repartidas por sus linajes. 
6:61 A los hijos de Coat que quedaron de su parentela, dieron por suerte diez ciudades de la media tribu de Manasés. 
6:62 A los hijos de Gersón, por sus linajes, dieron de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés en Basán, trece ciudades. 
6:63 Y a los hijos de Merari, por sus linajes, de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, dieron por suerte doce ciudades. 
6:64 Y los hijos de Israel dieron a los levitas ciudades con sus ejidos. 
6:65 Dieron por suerte de la tribu de los hijos de Judá, de la tribu de los hijos de Simeón y de la tribu de los hijos de Benjamín, las ciudades que nombraron por sus nombres. 
6:66 A las familias de los hijos de Coat dieron ciudades con sus ejidos de la tribu de Efraín. 
6:67 Les dieron la ciudad de refugio, Siquem con sus ejidos en el monte de Efraín; además, Gezer con sus ejidos, 
6:68 Jocmeam con sus ejidos, Bet-horón con sus ejidos, 
6:69 Ajalón con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos. 
6:70 De la media tribu de Manasés, Aner con sus ejidos y Bileam con sus ejidos, para los de las familias de los hijos de Coat que habían quedado. 
6:71 A los hijos de Gersón dieron de la media tribu de Manasés, Golán en Basán con sus ejidos y Astarot con sus ejidos. 
6:72 De la tribu de Isacar, Cedes con sus ejidos, Daberat con sus ejidos, 
6:73 Ramot con sus ejidos y Anem con sus ejidos. 
6:74 De la tribu de Aser, Masal con sus ejidos, Abdón con sus ejidos, 
6:75 Hucoc con sus ejidos y Rehob con sus ejidos. 
6:76 De la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos, Hamón con sus ejidos y Quiriataim con sus ejidos. 
6:77 A los hijos de Merari que habían quedado, dieron de la tribu de Zabulón, Rimón con sus ejidos y Tabor con sus ejidos. 
6:78 Del otro lado del Jordán frente a Jericó, al oriente del Jordán, dieron de la tribu de Rubén, Beser en el desierto con sus ejidos, Jaza con sus ejidos, 
6:79 Cademot con sus ejidos y Mefaat con sus ejidos. 
6:80 Y de la tribu de Gad, Ramot de Galaad con sus ejidos, Mahanaim con sus ejidos, 
6:81 Hesbón con sus ejidos y Jazer con sus ejidos.

 

AUDIO LECTURA 12 DE AGOSTO